Cuatro de los niños atrapados en la cueva de Tailandia ya han sido rescatados por los buzos

Las autoridades de Tailandia han confirmado hoy que los equipos de salvamento han dado inicio a las tareas de rescate de los doce niños y el adulto atrapados desde hace más de dos semanas en una cueva del norte de país.

El Gobierno tailandés ha confirmado que cuatro de los niños ya están a salvo tras haber recorrido un kilómetro bajo el agua y han sido trasladados al hospital Chiang Rai, capital de provincia de mismo nombre y donde se encuentra la cueva. De ellos, al menos dos habrían sido evacuados en un helicóptero.

El gobernador de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn, ha dicho en una rueda de prensa que ha visto a los niños y su estado de salud es "perfecto". La operación se ha detenido con otros ocho miembros del equipo más el entrenador aún dentro de la cueva hasta dentro de diez o veinte horas, para reponer las botellas de oxígeno. 

Narongsak Ossottanakorn, portavoz de las operaciones, ha señalado que 18 buzos protagonizan la operación después de que el nivel del agua que inunda parcialmente las grutas haya descendido de forma notable, por lo que los niños podrán caminar en gran parte del trayecto. "Ellos pueden caminar ahora a lo largo de muchas partes. Es el momento mas adecuado para sacarlos", ha explicado.

Una excursión convertida en agonía

Lo que comenzó como una excursión a la cueva de Tham Luang con motivo de la celebración del cumpleaños de uno de los menores se ha convertido en una de las misiones de rescate más complicadas de las que ha tenido que llevar a cabo Tailandia. "El punto crítico se producirá cuando vuelva a llover. El tiempo es limitado", explicó Osottanakorn. Según señaló, su prioridad es intentar reducir el nivel de riesgo lo máximo posible, por lo que la bajada de los niveles de oxígeno en el interior de la cueva son "una gran preocupación". 

Entre las alternativas de rescate que se han planteado una es la de proporcionar a los jóvenes atrapados oxígeno y provisiones para que puedan sobrevivir durante varios meses, hasta que finalice la temporada de lluvias en Tailandia o intentar construir una balsa que quepa en la cueva para sacarles.