Así se produjo la presunta violación sufrida por una joven en un bar de Ciudad Real
La Audiencia Provincial de Ciudad Real juzgará el próximo martes, día 17 de septiembre, a partir de las 10.00 horas, a un hombre acusado de un delito de agresión sexual en el baño de bar de Ciudad Real por el que el fiscal pide la pena de ocho años de prisión.
Según el escrito de acusación del fiscal, los hechos ocurrieron sobre las 11.00 horas del 3 de agosto de 2018, cuando el procesado se encontraba en un bar de Ciudad Real con la víctima, a la que acababa de conocer, al haber sido presentados por un conocido de ambos.
Pasado un tiempo, según el fiscal, "el procesado comenzó a mostrar interés en establecer una relación más íntima con la mujer, pasándola el brazo por encima de los hombros, acariciándola la espalda y propinándole golpes con la mano en los glúteos, por encima de la ropa, conducta que incomodó a la joven quien, para provocar que cesara, decidió sentarse en uno de los taburetes", lo que aprovechó el procesado, según el escrito, "para meterle la mano por debajo del vestido, mientras la dirigía expresiones dirigidas a mostrarle su interés en mantener una relación sexual con ella, momento en el que la mujer, no solo le retiró la mano, sino que decidió separarse del procesado, yéndose al servicio de señoras".
Una vez que la víctima accedió al servicio, en el momento en el que iba a cerrar la puerta del mismo, el procesado se lo impidió, entró en el habitáculo, cerró la puerta y la agredió sexualmente, según el fiscal. La joven denunció los hechos al día siguiente.
El 6 de agosto se acordó la prisión provisional comunicada y sin fianza del procesado, situación que se ha mantenido hasta el 29 de octubre de 2018, fecha en la que se acordó imponer al mismo la prohibición de aproximarse a la joven, su domicilio y lugar de trabajo a menos de 100 metros, así como, la de comunicarse con la misma por cualquier medio o procedimiento.
En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal también pide que se imponga al procesado la prohibición de aproximación a la víctima, su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro en el que se encuentre a una distancia inferior a 300 metros, así como, la de
comunicarse con ella por cualquier medio o procedimiento, ambas por tiempo de 10 años.
También solicita que el procesado indemnice a la joven con la cantidad de 12.000 euros por daños morales.