Santa María de Melque (Toledo) acoge una emocionante exposición de Juan Antonio Sánchez
Puede visitarse de forma totalmente gratuita, como ocurre con todas las muestras expuestas en Santa María de Melque, hasta el 23 de octubre.
20 agosto, 2022 08:23El universo personal de Juan Antonio Sánchez puede ya compartirse en la exposición que ha inaugurado en Santa María de Melque --situado en el término municipal de San Martín de Montalbán-- la diputada de Educación y Cultura de la Diputación de Toledo, Cristina Cebas, que ha destacado la intensidad de una exposición que transmite emociones y verdades de la vida del artista.
La exposición puede visitarse de forma totalmente gratuita, como ocurre con todas las muestras expuestas en Santa María de Melque, hasta el 23 de octubre, en horario de 11.00 a 20.00 horas todos los días de la semana excepto el lunes, según ha informado la Diputación de Toledo en nota de prensa.
La diputada acompañaba a Juan Antonio Sánchez en la apertura de su exposición 'Días de Escuela', que rememora los primeros años del pintor en su Navahermosa natal, estableciendo vínculos nunca rotos con un pasado teñido de nostalgia, que pueden casi tocarse en las propuestas artísticas presentes en la sala de exposiciones del Sitio Histórico de Santa María de Melque.
La infancia de los setenta
Conocía Cristina Cebas, de boca de Juan Antonio Sánchez, que "Días de Escuela es un viaje a la infancia de los años setenta y adolescencia de los ochenta", reivindicando un modelo de vida y convivencia característico de los pueblos de antaño, donde se valoraba la relación basada en la confianza, la naturalidad y la espontaneidad, virtudes que desprenden unos cuadros costumbristas y llenos de colorido.
Juan Antonio Sánchez propone un recorrido tranquilo y sereno por esos años de juventud en los que no existían los problemas ni preocupaciones, más allá, según sus propias palabras, "de darse un chapuzón en las Majadillas, jugar al escondite, al veo-veo, el sabor de la primera cerveza, el primer cigarrillo", y todas esas cosas que descubrimos cuando nos asomamos a la vida desde el abismo al que el paso de los años nos conduce.
Se trata, por tanto de una exposición basada en los recuerdos con su familia, sus padres y amigos, evitando que la pérdida de la memoria se instale en la realidad presente, y por eso el autor plasma en sus cuadros y fotografías aquellos momentos para evocarlos y que nunca se diluyan y se instalen en el olvido.
En la exposición, el visitante podrá encontrar un retrato de su padre y de su madre, así como que la imagen de la exposición es de un niño que no es otro que Juan Antonio Sánchez, en una instantánea que formaba parte de la libreta escolar de su infancia.
La pintura de Juan Antonio Sánchez también interpela a las relaciones con la pandilla y con sus progenitores, como hallamos en un óleo donde el autor recoge aceitunas con su padre, u otro donde su madre cose sentada en la puerta de la calle, en una actitud muy característica de la segunda mitad del siglo XX en nuestros pueblos, que todavía sigue manteniéndose en muchos de ellos.
Juan Antonio Sánchez
Juan Antonio Sánchez es natural de Navahermosa, nacido en el año 1966, mostrando desde muy joven su afición por la pintura y el dibujo.
Siempre fue autodidacta, hasta que con la llegada del nuevo siglo decidió formarse de la mano de pintores y estudios toledanos, para madurar en su afición y mejorar la técnica, aprendiendo a pintar al óleo y manejar los colores, asumiendo el reto de convertirse en un pintor sobre todo de retratos, sin renunciar a los desafíos que la propia pintura le ha ido proponiendo en su trabajo.
En cuanto a la fotografía, es el resultado de un grado superior de imagen de fotografía y video, que culminó con un máster realizado en Madrid que le ha llevado a buscar su identidad a través del objetivo de una cámara, obteniendo resultados brillantes que también se ofrecen en la propuesta del artista.
Juan Antonio Sánchez realiza así su primera exposición individual, eligiendo para ello un espacio mágico como Santa María de Melque, un conjunto monástico visigodo que recibe miles de visitantes cada año por tratarse de la ermita visigoda mejor conservada de la península ibérica.