Diez horas de estudio y ejercicio: la 'receta' de los médicos mellizos de Albacete para triunfar en el MIR
Gabriel y Eloy han quedado entre los 50 estudiantes del país con mejor nota, aunque ninguno de los dos tiene claro qué especialidad elegirá.
15 febrero, 2024 12:04La recompensa a su esfuerzo ha llegado en forma de puntuación, una puntuación que les da la libertad soñada para poder escoger la especialidad médica que desempeñarán el día de mañana. Es el caso de Gabriel y Eloy Portero, dos hermanos mellizos de Albacete que se han situado entre los 50 estudiantes del país con mejor calificación en la prueba del MIR 2024. El primero ha quedado en el octavo puesto y el segundo, en el 47.
Este año, el 92 % de los estudiantes que se presentaron el pasado 20 de enero al examen han logrado superarlo. Y todo ello en un momento en el que la demanda del aumento del número de médicos en los hospitales españoles se sitúa en el centro de la polémica. Pero a pesar de los resultados, no todos tendrán su plaza asegurada, sino solo 8.772 aspirantes de los 11.755 que consiguieron superar la prueba.
Gabriel y Eloy están entre los privilegiados, aunque ninguno de los dos tiene claro qué especialidad elegirá, ni tampoco el hospital. El primero solo sabe que le gustaría irse a vivir a Valencia con su pareja -también médica-. El segundo duda entre Neurología y Cardiología y también querría mudarse a Valencia o a Madrid, pero todavía tiene que "reflexionar" antes de tomar una decisión.
Diez horas de estudio al día
Lo de estos dos hermanos es vocación pura y dura. Ambos, hijos de un traumatólogo y una anestesista del Hospital General de Albacete, han estudiado juntos toda la vida y siempre han tenido claro que querían dedicarse a la rama sanitaria. Es por ello que en 2017 decidieron matricularse juntos en la Facultad de Medicina de Albacete, una de las dos en las que la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) oferta estos estudios, junto con la de Ciudad Real.
Su preparación para el MIR comenzó en octubre de 2022, durante su sexto año de carrera. Ambos adoptaron una rutina estricta de estudio, dedicando unas 10 horas diarias a la preparación del examen con momentos de relajación para practicar algo de deporte. "Nos levantábamos a las 7:30, nos íbamos a la biblioteca y por la tarde seguíamos estudiando en casa hasta las 20:00. A esa hora sacábamos un rato para hacer ejercicio, cenábamos, nos íbamos a la cama y al día siguiente hacíamos lo mismo", cuentan a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM. Así durante más de un año.
Sin embargo, a pesar de llevar el mismo ritmo, confiesan no haberse ayudado demasiado el uno al otro. "Cada uno íbamos a una academia distinta, con material y simulacros completamente diferentes", explican.
Asombrados y felices
Tanto Gabriel como Eloy, a pesar de tan solo haber fallado en 20 y 24 preguntas, admiten que no salieron convencidos del examen. Experimentaron una sensación extraña. "No sabíamos si se nos había dado bien o mal porque había conceptos novedosos y preguntas muy ambiguas", señalan. Eso sí, los dos se fueron a cenar con su familia para celebrar que la prueba ya estaba hecha.
Cuando por fin publicaron las notas, cada uno se encontraba en un lugar y una situación completamente distinta. Eloy disfrutaba de unas vacaciones en Italia y fue una compañera quien le dio la noticia. "Yo estaba en el autobús de camino a Milán y no podía mirarlas", dice. Gabriel hablaba por teléfono con su pareja cuando leyó en un grupo de WhatsApp que ya estaban los resultados.
En cuanto a su reacción, Gabriel, el octavo médico con mejor nota de España, asegura que se quedó "asombrado" porque "no esperaba tanto", aunque ya le habían estimado la nota en la academia y sabía que estaba entre los 100 primeros. "En ese aspecto estaba tranquilo porque sabía que podía elegir lo que quisiera. No me importaba tanto el puesto en el que quedase, sino estar en ese rango".
Eloy también se quedó "bastante aliviado" cuando salieron las primeras estimaciones, ya que "fue un examen en el que era difícil predecir tú mismo el resultado". Cuando vio que había quedado en el puesto 47, se sintió "muy feliz". Y no solo por su nota, sino también por la de su hermano.
"A lo mejor sigue nuestra historia juntos"
En cuanto a la clave de su éxito, admiten no tener una fórmula precisa. "No creo que hayamos estudiado más que otras personas. Pienso que la suerte también habrá influido", señala Gabriel.
Ninguno ha decidido qué hará a partir de ahora, pero si algo tienen claro es que, en el caso de separarse, siempre seguirán unidos. "Quién sabe. A lo mejor sigue nuestra historia juntos", dicen entre risas.