El Viña Albali Valdepeñas no para de hacer historia y se medirá al Inter por el título de Liga
El Viña Albali Valdepeñas está viviendo un sueño del que no quiere despertar. El cuadro azulón está cuajando una temporada sensacional que ha coronado este sábado con su clasificación para la gran final por el título de Liga. Allí le espera, para un día histórico, el club más histórico del fútbol sala nacional, un Inter Movistar que será la prueba más dura de todo el año para los vinateros.
La gesta del Viña Albali Valdepeñas se viene gestando desde el inicio del curso, pero ha sido este sábado cuando ha tenido que demostrar que no se trata de un equipo revelación, sino de un grupo compacto y ganador que se impuso con solvencia al Levante. El rival era exigente, pero desde el inicio los ciudadrealeños dejaron patente su fortaleza protagonizando los acercamientos iniciales.
De hecho, apenas se habían cumplido cinco minutos cuando los de David Ramos se adelantaron en el marcador por mediación de Catela. Sin tiempo para digerir el tanto, a los levantinistas les caía el 0-2, obra de Rafa Rato, y quedaba patente que los vinateros iban muy en serio a finiquitar el partido por la vía rápida. La situación era delicada y se veían obligados a pedir tiempo para no dilapidar sus opciones de llegar a la final.
El receso les vino bien a los azulgrana, que se entonaron en cierta medida sobre la pista, avisando con un disparo de Cuzzolino para que después Maxi, con un sutil toque, estuviera a punto de superar a Edu en la salida. Parecía mejorar el Levante y le tocaba a Buitre, con un poderoso tiro, sacudirse en cierto modo el agobio rival. Sin embargo, fue un espejismo porque el 1-2 iba a llegar pronto al marcador. Fue en el minuto 16, cuando Cuzzolino cayó derribado en el área y los colegiados decretaron un penalti que transformó Pedro Toro.
Con un susto de Cainan, que estuvo a punto de marcarse en propia meta, y otro lanzamiento de Buitre al que respondió con una gran intervenciónRaúl se llegó a los últimos segundos de la primera parte. David Ramos pidió entonces tiempo muerto para preparar un final que iba a ser decisivo, puesto que el propio Buitre iba a aparecer para ampliar el marcador y acercar aún más al Valdepeñas a la gran final.
Golpe de autoridad
En la segunda mitad, el Viña Albali Valdepeñas volvió a saltar a la pista dando un paso al frente y firmando los primeros acercamientos de mérito, a través de un Cainan que probaba suerte sin puntería contra la portería levantinista. Sin embargo, en esos primeros minutos de la reanudación los vinateros cometieron demasiadas faltas, las cinco en apenas cuatro minutos, que les condicionaron hasta el final. Los lanzamientos de las mismas, al menos, se resolvieron sin consecuencias.
Se estiró entonces el Levante, que dio un primer zarpazo con un tiro de Rubi a la cruceta, y pronto, en el minuto 26, disfrutó de su primer doble penalti. Al lanzamiento acudió Cuzzolino, cuyo disparo se marchó tras tocar en la madera. Equilibró las fuerzas el Valdepeñas pero los granotas insistían cada vez con más fuerza en su dominio y el partido se estaba haciendo largo. Más aún cuando Maxi recortó distancias con el 2-3 a falta de nueve minutos.
En esos momentos en los que las dudas florecen, aguantó bien el Valdepeñas, a pesar de las ocasiones de Santos y Maxi, hasta que el Levante dio el inevitable paso de ponerse con portero-jugador. Lo hicieron los granotas a falta de cuatro minutos y entonces golpearon de forma contundente los vinateros. Después de un primer aviso, Chino se encargó de anotar el 2-4, una distancia amplia, pero jamás insalvable en un deporte como el fútbol sala, tal y como demostraron precisamente los ciudadrealeños en el choque de cuartos.
Quedaban dos interminables minutos por delante pero, a falta de 27 segundos, Rafa Rato le dio el mordisco definitivo al reloj con el 2-5. Al cuadro vinatero ya no se le podía escapar la final y así sucedió. Los de David Ramos se metieron en el partido definitivo por título de Liga. Un duelo que será histórico ante el club más grande, el Inter Movistar. Pero este sueño lo está viviendo el Viña Albali Valdepeñas y el mundo es de los soñadores.