El CD Toledo se encuentra ante uno de los partidos más importantes de lo que va temporada. Frente al Rácing de Ferrol, los verdes deben ganar para salir a flote en la clasificación y su entrenador, Onésimo Sánchez, siente que se la juega, pero como cada fin de semana. El preparador goza de la plena confianza de la directiva, pero repitió el discurso de que hay gente a la que le gustaría verle destituido. 

Si bien uno de los propietarios, Jorge Berlanga, reiteró su confianza en el técnico durante la semana y la ligó más a la imagen que transmita el equipo que a los resultados, Onésimo sí detecta que "hay algunos que tienen ganas de perderme de vista, pero espero que hasta junio tengan que aguantar y les deseo que ellos no pierdan su trabajo, fíjate si soy majo".

Además, sacó pecho por su labor en el cuadro verde al indicar que "sinceramente, lo peor que le puede pasar al Toledo, en mi opinión, es perder a su entrenador, por todo lo que nos está pasando". Incluso, reconoció que "en otra situación estaría fuera, pero ese mes más te lo da el trabajo que haces", por el margen que está teniendo. Onésimo, con humor, apuntó con gracia que "soy Nadal, estoy con Federer en la red y yo en el fondo pero me queda un 'passing', ojo como me salga el 'passing' que alguno va a sufrir". 

Plaga de bajas

Más allá de su situación en el banquillo, Onésimo también tuvo espacio en la rueda de prensa para lamentar el extenso parte de bajas que vuelven a sufrir los suyos. De los que puede recuperar, De Lerma y Héctor Figueroa estarán, aunque entre algodones, mientras que Aarón Galindo ha realizado el trabajo semanal con el grupo.

Caso especial es el de Carlos Esteve, que sufrió la triste pérdida de su padre durante la semana y con un severo golpe tras el partido en San Sebastián de los Reyes; jugar o no será decisión del propio jugador. Obed, por su parte, podría entrar en una convocatoria en la que se le necesita, al menos, para completarla. 

Momento duro de la temporada para los toledanos, en puestos de descenso y con muchas ausencias que llevan a Onésimo a pensar que "hasta enero no vamos a tener un equipo completo de verdad". Seis partidos quedan por delante en los que el técnico es consciente que la única alternativa que tienen es "subsistir".