Todo se decidirá en La Fuensanta. El Conquense salió vivo de su visita a Durango y salvó al menos el empate en un partido que se le puso complicado en la primera mitad. Con todo, el cuadro blanquinegro terminó equilibrando el duelo y lleva la eliminatoria donde le vale el empate a cero y cualquier victoria para estar el siguiente curso en Segunda División B. 

Para ello, los de Luis Ayllón tuvieron que remar en un duelo que se les torció en el inicio. Todo ello a pesar de que, después de la habitual toma de contacto, los blanquinegros comenzaran a dominar sobre el césped de Tabira. Eso sí, tuvo que ser mediada la primer mitad cuando se registrase una ocasión de mérito para los visitantes, en la figura de un Carlos Bravo que no obtuvo el premio del gol. 

Siguió insistiendo el conjunto castellano-manchego, pero lejos de adelantarse en el marcador, lo que acabó pasando fue que el Durango se adelantó. En el minuto 35, una pena máxima transformada por Ekain les valió a los vascos para establecer el 1-0 en el marcador. Con este resultado se llegó al término de los primeros 45 minutos. 

Empate y esperanzas

En la segunda mitad, salió decidido el Conquense a revertir la situación de la primera parte, en la que mereció más y se fue de vacío. De nuevo, su dominio  no se plasmó hasta mediado el reinicio, pero en esta ocasión la fortuna sí sonrió a los conquenses. Un saque de esquina botado con toda la intención por parte de Vicky la acabó tocando un zaguero, que se acabó metiendo el balón en su propia portería en el minuto 66. 

Las cosas se le habían puesto de cara a los de Ayllón, pero a pesar de que no renunciaron a buscar el segundo, el partido fue perdiendo ritmo con los cambios y no pudieron imponer su ley. El marcador, por tanto, no se alteró, quedando como válido el 1-1 que a los conquenses les permite llegar a la vuelta, en su estadio, La Fuensanta, con las cuentas más que claras. El empate a cero o la victoria colocará a los castellano-manchegos en Segunda B dentro de una semana.