1-1 | Buen resultado en las islas para un Villarrobledo que incluso mereció más
El CP Villarrobledo no sólo salió muy vivo de Lanzarote, sino que incluso pudo merecer mucho más en Lanzarote. Y es que el cuadro rojillo, en esta oportunidad de blanco por la coincidencia de colores con los canarios, se adelantó antes del descanso y tuvo alguna oportunidad para matar la eliminatoria en la ida.
Ya en el inicio se pudieron adelantar los visitantes, pero el poste salvó a los locales en una acción protagonizada por Piojo. Los de Manolo Martínez tenían claro que el camino para acceder a la siguiente ronda pasaba por asediar la meta del contrario, en busca de ese valioso gol fuera de casa que tanto suma en las eliminatorias a doble partido. Sin embargo, la falta de puntería les impidió adelantarse pronto en el marcador.
Pero el gol llego.Y fue al borde del descanso. A poco tiempo de encarar el camino de los vestuarios, el cuadro albaceteño se puso por delante. Un balón en profundidad lo aprovechó a la perfección Aitor Asensio para marcar y poner la eliminatoria muy de cara al Villarrobledo.
Un empate que sabe a poco
En la segunda mitad, el cuadro local despertó y se quitó de encima en cierto modo el dominio de un Villarrobledo cuya misión entonces pasaba por marcar el segundo para cerrar la eliminatoria. Con todo, el choque se mantenía igualada y todo hacía presagiar que los de Manolo Martínez, al menos, saldrían con la victoria en sus maletas.
Pero el Lanzarote consiguió meterse de nuevo en la eliminatoria cuando sólo faltaban 15 minutos para acabar el primer encuentro. En una acción protestada por los visitantes, por una posible falta previa, Trujillo acabó anotando el 1-1 que daba alas a los rojillos. Un golpe para los albaceteños que, no obstante, se defendieron con orden en el tramo final del encuentro, disfrutando de alguna jugada con espacios al contragolpe que no lograron aprovechar para anotar un 1-2 que hubiera resultado casi definitivo. Con todo, el Villarrobledo, gracias a este empate, cobra una mínima renta de cara a la vuelta en el Virgen de la Caridad.