El manchego Sobrino Magán cumple 300 partidos en Primera: "La presión me hace saber dónde estoy"
El árbitro asistente de Carrión de Calatrava (Ciudad Real) debutó en la temporada 2008/2009 en un Racing de Santander-Real Madrid con Pérez Lasa.
31 enero, 2023 17:18El Osasuna-Atlético de Madrid del pasado domingo no será fácil de olvidar para Teodoro Sobrino Magán. El árbitro asistente de Carrión de Calatrava (Ciudad Real) cumplió su partido 300 en Primera División, todo un hito en la carrera deportiva para cualquier colegiado. "Entre los árbitros, cumplir 300 partidos en Primera es una cifra muy importante, pero si contamos todos los partidos en el fútbol profesional y los internacionales, estaré por los 600", asegura en declaraciones a EL ESPAÑOL-EL DIGITAL CLM.
Este camino en la máxima categoría del fútbol español comenzó el 21 de septiembre de 2008 en El Sardinero. Aquella tarde, Sobrino Magán debutaba formando parte del equipo de Pérez Lasa en un Racing de Santander-Real Madrid que los madridistas ganaron por 0-2 con goles de Rubén de la Red y Van Nistelrooy.
Desde entonces, ha pitado junto a varios de los árbitros más destacados del fútbol español en los últimos tres lustros como Mateu Lahoz, Hernández Hernández, Del Cerro Grande, Estrada Fernández, Cuadra Fernández o Alberola Rojas, con el que actúa desde la pasada temporada. De todos ellos, reconoce que "he cogido cosas buenas para evolucionar e ir haciéndome a mí mismo".
[La emoción de Alberola Rojas tras volver a pitar en un estadio de Primera después de su lesión]
En estas 14 temporadas, ha vivido cambios sustanciales en el fútbol y el arbitraje como la implantación del VAR o numerosas variaciones en el protocolo de actuación. Pese a todo, considera que se trata de "modificaciones a las que tienes que adaptarte" y que "no cambian la esencia del fútbol, que sigue siendo un deporte en el que once jugadores se enfrenten a otros once y quieren meter gol".
Como el fútbol, la sociedad también ha cambiado en este tiempo. Las redes sociales, por ejemplo, se han convertido en un nuevo elemento desde el que los seguidores expresan sus emociones, en muchos casos no de la manera más educada. Pese a ello, Sobrino Magán sostiene que "desde que empecé nunca he sentido presión, ni por las redes sociales ni por los medios". A este respecto, reconoce que "hay que tener claro que las redes existen y que en ellas hay mucha gente a la que apasiona el fútbol" pero prefiere tomarse es presión que se pueda generar como "un instrumento que me hace saber donde estoy y a qué me dedico".
Experiencia internacional
En su currículum profesional, además de cuatro finales de Copa del Rey, dos finales de la Supercopa de España o siete clásicos Real Madrid-Barcelona, entre otros, también aparecen numeroso partidos internacionales, tanto en Champions League y Europa League, como en competiciones de selecciones nacionales tales como partidos clasificatorios para Mundial o Eurocopa, o fases finales. En estas competiciones internacionales "siempre sientes algo especial cuando vas por primera vez", asiente.
Pero si tuviese que elegir dos momentos que guarda en sus entrañas de su andadura internacional, Sobrino Magán lo tiene claro. El primero es la fase final de la Eurocopa 2015 en categoría sub-21 que se celebró en la República Checa donde arbitró un Alemania-Serbia y un Suecia-Inglaterra con Estada Fernández. El segundo, en Champions League, fue la semifinal Monaco-Juventus en la temporada 2016/2017 ya con Mateu Lahoz.
"Cuando te ves ahí, en una semifinales de Champions, te das cuenta que al final el haberte involucrado tanto y haber trabajado tanto te ha servido para llegar ahí", admite.
Este brillante camino profesional también le ha exigido renuncias personales. Pese a que su balance es "muy satisfactorio" también admite que tanto él como sobre todo su familia han pagado peajes. "Mis hijos, mis padres, mi mujer y mis hermanos también han perdido mucho para apoyarme en todo esto. A veces se producen acontecimientos, celebraciones o desgracias como una muerte y no puedes estar a su lado. Se suele pensar que los que más cedemos en todo esto somos nosotros, los profesionales, pero la famlia casi que pierde más que nosotros que al fin y al cabo estamos luchando por nuestro sueño".
A las puertas de los 45 años, la edad a la que antes los árbitros tenían que colgar el silbato o el banderín, el carrionero tiene claro que todavía le queda mucha carrera por delante. "Espero que el cuerpo me respete porque sigo teniendo, por lo menos, la misma ilusión y fuerza que cuando debuté en El Sardinero".
La "proyección" de Alberola Rojas
En estos momentos, Sobrino Magán forma parte de un trío arbitral cien por cien castellano-manchego junto al árbitro principal Albertola Rojas, nacido en Ciudad Real y criado en Toledo, y a Ramos Hernández, árbitro asistente natural de Burguillos (Toledo).
Precisamente, el formar parte de este equipo es una de las fuentes que sigue alimentando esa ilusión de la que habla. De Alberola Rojas tiene claro que "como árbitro ya no puede mejorar más, pero ahora tiene que mantenerse, que también es complicado". Para explicar su razonamiento, recurre a un símil taurino: "Un torero puede ser muy bueno y tener una tarde buena, pero para estar arriba en la siguiente faena tiene que mantener el nivel o de poco habrá servido".
La brillante carrera del que fuese árbitro más joven de debutar en Primera División a los 26 años y ganador del Trofeo Guruceta en la temporada 2020/2021, sufrió un inesperado parón el pasado verano, cuando una doble obstrucción venosa en un brazo le obligó a ser operado dos veces e incluso ingresar en la UCI. Después de cuatro complicados meses de convalecencia y recuperación, el pasado 13 de enero regresaba a los terrenos de juego para pitar un Celta de Vigo-Villarreal.
Una vez superado este complicado trance, Sobrino Magán nota a su compañero "con mucha fuerza y a un gran nivel", por lo que no tiene dudas de que "mantiene la proyección para estar entre los mejores árbitros de España y del mundo dentro de poco".