La talaverana Sandra Sánchez pugnará por el oro y por poner rumbo a los Juegos Olímpicos en Madrid
La selección española de kárate, con opciones mucho más amplias que las representadas por la talaverana Sandra Sánchez y Damián Quintero, afronta los Mundiales que comenzarán este martes en Madrid con la meta de superar las cinco medallas de la anterior edición y que alguna sea de oro, el metal que se echó en falta en 2016.
Sánchez y Quintero, números uno y dos de las respectivas clasificaciones mundiales de kata, confían en que el estímulo de competir como locales se sume a su probada calidad técnica y a su experiencia competitiva para estar el sábado en lo más alto del podio mundial.
La cita de Madrid es la que repartirá más puntos para la clasificación olímpica, el objetivo de la talaverana y el malagueño, que no quieren perderse el debut de su deporte en los Juegos de Tokio 2020.
De Japón proceden sus rivales más temibles: Kiyou Shimizu, en el caso de Sandra Sánchez, y Ryo Kiyuna, en el de Quintero. Una y otro fueron campeones mundiales en las dos anteriores ediciones y mantienen un perpetuo pico de forma para preparar el estreno olímpico.
Como cabezas de serie, les evitarán en los cuadros iniciales, pero otros enemigos de consideración para los españoles en unas posibles semifinales serán la egipcia Sarah Sayed y el venezolano Antonio Díaz, eterno campeón panamericano.
Las rondas iniciales de kata individual se decidirán este martes en la sesión matinal: antes de marcharse a comer, Sánchez y Quintero ya sabrán si están en la final del sábado.
En kata femenina por equipos España es también favorita al podio con una formación completamente distinta a la que ganó la plata en los Mundiales de 2016 en Linz (Austria). Saldrán al tatami del WiZink Center Marta García, Lidia Rodríguez y Raquel Roy, el mismo trío que se proclamó subcampeón de Europa en Serbia el pasado mayo.
En el concurso masculino, el equipo en el que aún figuraba Damián Quintero (antes de centrarse en la competición individual) fue tercero hace dos años. Repiten José Manuel Carbonell y Francisco José Salazar, junto con Sergio Galán, con la intención de prolongar su racha de éxitos, que incluye los dos últimos campeonatos europeos.
Las modalidades por equipos, desgraciadamente para el kárate español, no serán olímpicas en Tokio 2020.
En kumite, la modalidad de combate, España no logró ninguna medalla individual en 2016 pero las opciones han mejorado de forma considerable desde entonces.
La madrileña Gema Morales, un caso insólito en este deporte al haber llegado a la elite en las cuatro modalidades (kata y kumite individual y por equipos), se destapó hace dos semanas en Tokio con una plata en -50 kilos en la Liga Mundial de Tokio. Llega a los Mundiales de Madrid en el mejor momento de forma de su carrera.
Junto a ella, las seleccionadas en kumite femenino son Carlota Fernández (-55), Cristina Ferrer (-61 y equipo), Cristina Vizcaíno (-68 y equipo), Laura Palacio (+68 y equipo) y María Torres (equipo).
Ferrer, Vizcaíno y Palacio estaban en el equipo subcampeón en la pasada edición.
Laura Palacio fue bronce este año en los Europeos y ahora es otra baza que alimenta la esperanza de podio para la selección.
Matías Gómez y Matías Cuerva, baza en kumite masculino
El bolañego Matías Gómez (-60), el talaverano Raúl Cuerva (-67 y equipo), Rodrigo Ibáñez (-75 y equipo), Pablo Arenas (-84 y equipo), Seck Babacar (+84 y equipo), Marcos Martínez (equipo), Alejandro Molina (equipo) y Samy Ennkhaili (equipo) disputarán las distintas categorías de kumite masculino.
Por equipos, España es la vigente subcampeona europea, por detrás de Turquía.
Las dos selecciones de parakárate completarán la representación: Víctor Manuel Prieto, Carlos Huertas, Antonio Gutiérrez y Ester de León en discapacidad intelectual, Francisco José Lozano en deficiencia visual e Isabel Fernández en silla de ruedas.
España dispone de 65.000 licencias federativas y de cerca de 2.000 clubes de kárate.
Los Juegos de Tokio tendrán un cupo muy restringido para los karatecas, con solo diez competidores por categoría y, en el caso del kumite, solo tres pesos por sexo en lugar de los cinco habituales en el mundial. Las opciones de los españoles de ser olímpicos comenzarán a vislumbrarse esta semana en Madrid.