La Panificadora de Tomelloso escribe sus última línea: fin a la agonía de 36 trabajadores

Los 28 trabajadores de Panificadora de Tomelloso y los 8 de Productos de Alimentación Tomelloso se volvieron a concentrar en la tarde-noche del viernes en la puerta de la panificadora para exigir soluciones a su crítica situación: llevan entre tres y ocho meses sin cobrar y sin trabajo efectivo desde el pasado 24 de marzo.

La concentración coincidía con la reunión de una junta extraordinaria de socios de ambas empresas, que comenzó a las cinco de la tarde y se prolongó hasta las nueve de la noche. Al finalizar, anunciaron su decisión de iniciar la tramitación de un expediente de regulación de empleo de carácter extintivo para el conjunto de la plantilla.

“Es muy triste, pero es la única decisión positiva que cabía esperar. Se dejan al fin de parches y afrontan una solución definitiva”, indicó David Vera, responsable de CCOO-Industria en la provincia de Ciudad Real.

La lenta agonía de la Panificadora y de la red de panaderías donde se vendían sus productos se inició cuando el pasado 24 de marzo, después de sucesivas advertencias sobre las deficientes condiciones de salubridad en las que elaboraba sus productos, Sanidad precintó las instalaciones.

Simultáneamente, el administrador de la sociedad cayó en una grave enfermedad que lo tiene incapacitado. Los socios mantenían la pretensión de lograr el desprecinto de la Panificadora para recuperar la actividad, pero las inversiones y obras de adecuación imprescindibles no se acometieron. Hasta este mismo viernes, la junta de socios no decidió relevar al administrador enfermo y nombrar de inmediato nuevos administrador de la sociedad.

En el trabajo sin poder trabajar

Desde el 24 de marzo hasta el 11 de abril, los trabajadores siguieron acudiendo a las cinco de la mañana a sus puestos de trabajo, pero sin poder trabajar. Entre el 12 de abril y ayer mismo, la junta directiva de la empresa dio “vacaciones” a las plantillas de la panificadora y de las tiendas, que acumulaban nóminas impagadas sin perspectiva de solución.

“Es cierto que las circunstancias han sido las que han sido: la enfermedad del administrador, el precinto sanitario de la panificadora… Para los trabajadores ha sido un calvario, se han pasado muchos meses sin ingresar ni un euro. La decisión adoptada ayer de despedir a las dos plantillas llega muy tarde; pero al menos, cuando concluya la tramitación del ERE, los trabajadores podrán cobrar el paro”, indica Vera.

Ahora se abrirá el periodo de consultas sobre el ERE, que se prolongará no menos de dos semanas.