La segunda vida del aceite usado que se recoge en Castilla-La Mancha
El sistema encargado de gestionar los aceites industriales usados en España (Sigaus) recogió el pasado año 2017 en Castilla-La Mancha una cantidad bruta de 8.522 toneladas de aceites usados, de las cuales el 43 por ciento procede de talleres de vehículos.
Según ha explicado Sigaus en nota de prensa, los aceites industriales usados deben ser extraídos y almacenados para evitar fugas y derrames debido a su alto poder contaminante, debiéndolos entregar de manera posterior a un gestor de residuos autorizado.
Durante el año pasado, esta práctica fue llevada a cabo en 4.541 establecimientos de 503 municipios castellanomanchegos, de los que el 88 % se ubican en zonas rurales donde existen valores naturales que requieren de protección.
No obstante, el volumen de aceite usado recuperado es una cantidad mayor que la del residuo que finalmente es tratado, ya que incluye grandes cantidades de impropios, como agua o sedimentos que, durante el pre-tratamiento, han de separarse para facilitar su gestión final porque de no gestionarse de forma correcta, podrían tener un elevado impacto ambiental.
En el entorno rural castellanomanchego, Sigaus recogió aceites usados en 442 municipios, donde se recuperaron 3.568 toneladas de residuo, que representan el 42 % del total recuperado.
A través del amplio servicio de recogida, el gestor de residuos peligrosos llega a zonas del territorio en las que reside poca población y están muy alejadas, de manera que durante el año pasado recogió aceites usados de 102 establecimientos ubicados en municipios a más de 1.000 metros de altitud en Castilla-La Mancha, que generaron 143 toneladas de residuo.
Asimismo, en los entornos de espacios protegidos, recogió 1.432 toneladas de aceites usados, que se generaron en 550 establecimientos como instalaciones en paradores de turismo, empresas de gestión de agua o clubes náuticos, ubicados en algunos de los 76 municipios con espacios protegidos.
Además, Sigaus también intervino en zonas donde habitan especies en peligro de extinción, y en este sentido en la región existen en la actualidad 17 especies en peligro de extinción que, en algunos casos, habitan a tan sólo un perímetro de 10 kilómetros de distancia de establecimientos que generan aceites usados.
Para la fabricación de nuevos lubricantes
La cantidad neta que Sigaus gestionó finalmente en la comunidad castellanomanchega fue de 6.935 toneladas, de las que el 60,4 % (4.192 toneladas) se destinó a regeneración, un tratamiento prioritario en la gestión de los aceites usados que permite extraer aceites base utilizados en la fabricación de nuevos lubricantes.
Esta cantidad permitió devolver al mercado 2.792 toneladas de lubricantes, que podría servir para el llenado del cárter de 689.300 turismos, el equivalente al 68 % del parque móvil de turismos de Castilla-La Mancha.
En términos medioambientales, este tratamiento de los aceites usados también hizo posible evitar la emisión a la atmósfera de 12.575 toneladas de dióxido de carbono.
Y los aceites usados que no fueron aptos para ser regenerados, se trataron para su posterior valorización energética que da como resultado combustible de uso industrial, y a este tratamiento se destinaron el pasado año 2.743 toneladas que permitieron la generación de una energía equivalente a 30 GWh.