Volkswagen somete al golf a un lifting tecnológico
Es fácil decirlo pero es mucho más complicado comprender la dimensión de las cifras del compacto más exitoso de todos los tiempos. Se han vendido más de 33 millones de unidades en 4 décadas, siendo uno de los modelos que mejor definen el éxito en la industria de la automoción. Cada 40 segundos sale un Golf de las líneas de producción de Volkswagen, y cada año casi 1 millón de personas se decantan por este mito de 4 ruedas para cubrir mucho más que sus necesidades de movilidad. Más del 60% de las unidades se venden en el Viejo Continente, donde el Golf, especialmente el GTI, cuenta con legiones de admiradores. La mítica versión deportiva llega ahora con 230CV de potencia y todo el encanto de su conducción intacto.
El compacto alemán se enfrenta sin embargo a una paulatina competencia que le crece como los enanos, y no solo de modelos de marcas generalistas de su categoría que cada vez llegan con más calidad y un completo equipamiento, véase sino el nuevo Hyundai i30, sino que ahora debe competir con los omnipresentes SUV, que además atacan desde todos los frentes: el tamaño inferior, el mismo segmento e incluso desde esferas mixtas entre crossovers y familiares. Esto se refleja además en que la tarta de los compactos se ha reducido desde el 25% al 19% en los últimos años, y por tanto hay que ofrecer algo más a los clientes para que finalmente se decanten por los que, sin duda, son los coches más racionales del mercado.
En el nuevo Golf esto se refleja en avances como el sistema de control gestual de su sistema de infoentretenimiento “discover pro” con pantalla de 9,2”, siendo el primer compacto en incluirlo en su dotación; la nueva instrumentación digital heredada del Passat y el Tiguan; asistentes de conducción inteligentes que incluyen funciones de conducción autónoma en ciudad hasta los 60Km/h; más equipamiento de serie en todas las versiones y una nueva mecánica de gasolina 1.5 TSI con desconexión de cilindros que es pura fuerza y suavidad con sus 150CV y 4,9 litros a los 100 de consumo. El cambio DSG, que supone un 25% de las ventas en la gama Golf, también se ha renovado y ahora cuenta con 7 velocidades para todos los modelos, consiguiendo ahorros de combustible de hasta 0,3 litros a los 100 y de emisiones de 10g/km.
Tecnológico y continuista
Donde hay pocos cambios es en la evolución estética del nuevo Golf. La séptima generación, que vio la luz en 2012, estaba plenamente vigente así que no hacían falta grandes alharacas en este sentido, y es por ello que el lifting es muy discreto. Estamos ante la primera hornada del compacto que hace este restyling antes de cambiar de generación. Se rediseñan los paragolpes y los grupos ópticos, donde el LED toma el protagonismo siendo ahora de serie en las luces de conducción diurna y en los faros traseros, y hay nuevos faros Full LED opcionales que serán de serie en las versiones superiores en lugar del ya obsoleto xenón.
La gama de versiones de equipamiento seguirá siendo Edition, Advance y Sport y también se ofrecerá el atractivo acabado R-Line, que cada vez tiene más tirón, y cuyo coste apenas son 300€ sobre el acabado sport. Los precios arrancan en los 20.150 euros de la versión 1.0 TSI, y cada acabado se completa con paquetes en todas las versiones con un valor equivalente para el cliente de hasta 3.600€. El éxito comercial lo dilucidará el mercado, pero los argumentos de este Golf VII ½ están fuera de toda duda. Estamos en definitiva y una vez más ante la democratización de la más alta tecnología llevada a cabo por uno de los mejores compactos de la historia.