Las cuentas del Grupo Volkswagen respiran tras el lastre del dieselgate
Esta mejora se ha producido gracias al aumento de las ventas y porque el año pasado había tenido unos costes extraordinarios elevados derivados de las multas como consecuencia de la manipulación de las emisiones en vehículos diésel. El resultado operativo subió entre enero y septiembre un 2,2 % (10.871 millones de euros) y la facturación se incrementó en el mismo periodo un 2,7 % (174.577 millones de euros).
El grupo VW ha detallado además que ha superado las cifras principales de su balance en los tres primeros trimestres pese a la implementación de la nueva norma de homologación, que tuvo efectos negativos temporales en las ventas del tercer trimestre, especialmente en Europa. Esta es para ellos la mejor señal de que va por el buen camino para lograr sus objetivos de facturación y beneficio. La rentabilidad operativa sobre las ventas del grupo Volkswagen ha sido del 7,6 %.
La marca matriz del grupo, Volkswagen, bajó sin embargo en los tres primeros trimestres el beneficio operativo un 6,9 %, hasta 2.330 millones de euros, respecto al mismo periodo de 2017 por el impacto de la aplicación de los nuevos estándares de emisiones. Su aplicación, que contemplan pruebas más exigentes, y los incentivos para cambiar a un modelo más respetuoso con el medioambiente, han incrementado los costes de distribución.
La rentabilidad operativa sobre las ventas antes de extraordinarios bajó hasta el 3,7 % (4,3 %). La buena noticia es que las entregas subieron entre enero y septiembre un 2,9 % (4.623.000 unidades) y la facturación mejoró un 7,3 % (62.508 millones de euros).
La manipulación de las emisiones en vehículos con motor diésel generó hasta septiembre unos costes extraordinarios de 1.600 millones de euros, 1.000 millones de euros menos que un año antes. La principal marca del grupo se ha establecido un objetivo de rentabilidad sobre las ventas de más del 6 % en 2025. También quiere mejorar la productividad de sus fábricas en todo el mundo un 30 % hasta 2025.
En este contexto, y tras la multa de Audi de 800 millones, la Audiencia Provincial de Stuttgart, al suroeste de Alemania, condenó a finales de octubre al fabricante de automóviles Porsche, también perteneciente al grupo, a pagar 47 millones de euros de compensación por no informar convenientemente a los accionistas del escándalo sobre la manipulación de las emisiones de gases contaminantes.