Las berlinas plantan cara a los SUV con trajes de cupé
En un mercado en el que los SUV representan ya prácticamente el 50% de las ventas, el segmento que más ha sufrido su universalización es el de las berlinas. Arrinconadas al nicho empresarial, donde el renting mantiene sus números y permite su supervivencia, las marcas generalistas han visto que era necesario reinventarlas para darles una nueva vida, un movimiento que las Premium ya habían avanzado con modelos como el Audi A5, el BMW Serie 4 o el Mercedes CLE.
Nosotros hemos puesto a prueba los modelos más interesantes del momento, el Kia Stinger, el Volkswagen Arteon y el Peugeot 508, que además se pueden considerar rivales directos. Los tres suponen además un movimiento de imagen en sus respectivas marcas que permiten acercarles a aquellas consideradas Premium, tanto por su calidad percibida como por las sensaciones de conducción que transmiten los tres modelos. De silueta baja y zaga con trazos cupé, además de emocionar visualmente estos modelos tienen una conducción netamente deportiva que no está al alcance de ninguno de los SUV que figuran en los respectivos catálogos de sus marcas.
El Kia Stinger cumple este noviembre su primer año completo, y las cifras de la marca coreana en nuestro mercado, con 165 unidades vendidas, están más que cubiertas. Tener un coche que ha sido diseñado por el ex jefe del departamento M de BMW, Albert Biermann, con un motor V6 de 370CV, tracción integral, cambio automático de 8 velocidades y 5 modos de conducción es algo que los incondicionales de la marca han sabido valorar. Con el espíritu de los Gran Turismo clásicos, vehículos potentes y elegantes, se distingue por una estética muy llamativa, reforzada por la gama de colores disponible, así como por su calidad de marcha y unas reacciones ágiles provenientes de su suspensión pilotada.
La versión más potente acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y llega a 270Km/h, lo que le hace el Kia de producción más rápido jamás fabricado. Además del V6, hay otras dos mecánicas disponibles de 4 cilindros, una gasolina y otra diésel, ambas con 200CV. El control vectorial de par dinámico “Dynamic Torque Vectoring Control” es de serie en el tope de gama de tracción integral, mientras que los modelos de tracción trasera cuentan con un diferencial mecánico de deslizamiento limitado.
El Stinger por supuesto incorpora múltiples y avanzados sistemas de ayuda al conductor como el de advertencia de descanso, el de asistencia de colisión delantera con freno de emergencia autónomo integrado, la detección de peatones, el control de crucero inteligente, el sistema de ayuda al mantenimiento de carril o el sistema de alerta de tráfico cruzado. También lleva los últimos sistemas de información y entretenimiento con Head-Up Display (HUD) incorporado.
Arteon, mucho más que un Passat
El Volkswagen tiene una ventaja frente a sus rivales, y es que el espacio interior es el más aprovechable. A pesar de su línea fastback no pierde una habitabilidad más que considerable, con el añadido, como en sus rivales, de que el portón trasero les hace además muy prácticos, ya que los 565 litros de maletero de este modelo son reseñables. Eso sí, para conseguir una imagen con toda la fuerza hay que recurrir al acabo R-Line, que potencia los marcados hombros en la zaga junto con musculosos alerones y llantas de aleación que pueden ser de hasta 20 pulgadas.
A nivel mecánico el Arteon más equilibrado y que ha sido el que nosotros hemos probado es el que recurre al conocido bloque 2.0 TDI de 204CV asociado a la caja DSG de 7 velocidades y a la tracción 4Motion. Con esa combinación se convierte en un devorador incansable de kilómetros con el que uno viaja en total comunión. No le falta carácter, y el chasis tiene un sobresaliente rendimiento que permite afrontar con garantías todo tipo de trazados.
La calidad percibida del modelo alemán está por encima del Kia, aunque no resulta tan pasional, mientras el francés se desmarca con modernidad. En lo referente a seguridad, esta berlina de Volkswagen cuenta con hasta diez asistentes a la conducción proactivos. No falta la luz de curva dinámica que detecta los giros basándose en datos del sistema de navegación o el control de crucero adaptativo ACC que vigila los límites de velocidad y la regula automáticamente, así como los avisos de pre-colisión trasera y de tráfico cruzado.
Peugeot 508, una reinvención a la francesa
A diferencia de sus rivales el 508 es la carrocería por defecto de la berlina gala, que ha tomado el camino de la deportividad con estilo para diferenciarse. También va a contar con una espectacular carrocería SW de diseño rompedor, y además la futura llegada de una variante híbrida enchufable PHEV con 225CV de potencia le sitúa un paso por delante de sus rivales. Como es un modelo recién salido del horno la gama no está todavía cerrada, y también se habla de una posible versión deportiva R que juegue con potencias del entorno de los 350CV, y de igual modo será hibrida.
El hecho de haber sido el último en llegar permite a la berlina francesa presumir por su dotación tecnológica. Así el sistema Night Vision utiliza una cámara de infrarrojos con 250 metros de alcance ideal en condiciones de baja visibilidad. El sistema de detección de peatones reacciona ante la presencia de estos y ciclistas a velocidades de hasta 140 km/h. El Visiopark ofrece una visión de 360 grados gracias a las cámaras y cuenta con sensores para alertar al conductor de la presencia de objetos en maniobras de aparcamiento. Tampoco faltan el control de crucero adaptativo o el Lane Position Assist para mantener la trayectoria en el carril.
En conjunto el 508 ha tomado todo lo bueno que la competencia ha ido incorporando a sus modelos y ha conseguido un coche tremendamente llamativo, con una conducción de GT y con unas posibilidades tecnológicas y de hibridación que le sitúan un paso por delante a la hora de ofrecer soluciones de movilidad sostenible.