SsangYong entra en concurso de acreedores, pero puede salir fortalecida
No hay duda de que la situación económica por la que atraviesa SsangYong es compleja. La marca de automoción más antigua de Corea lleva casi cuatro años perdiendo dinero y Mahindra, su principal accionista, ha decidido que no quiere seguir poniendo tapón a esas deudas en solitario. Por eso, ha llevado a la firma a acogerse a una administración judicial y así poder suspender el pago de una deuda que asciende a 60.000 millones de wones, unos 45 millones de euros.
La marca cuenta sin embargo con el respaldo del gobierno coreano, y ahora busca un nuevo inversor que le permita obtener la financiación que necesita para tomar un nuevo impulso y cumplir con sus obligaciones financieras. La marca necesita ahora un poco de tiempo para poder poner a punto su gama eléctrica, que contará con el primer modelo para finales del año que viene.
Como parte de ese proceso, SsangYong Motor Company ha decidido aplicar al Apoyo Autónomo de Reestructuración, figura que otorga 90 días de plazo para renegociar las deudas. De esa forma, y tras el ingreso del nuevo socio aspira a regresar a cifras positivas con este “procedimiento de rehabilitación”, sin tener que llegar a acogerse al equivalente a una Ley de Insolvencia. Viendo las fotos del nuevo Rexton 2021, nadie puede desear que esto suceda.
Durante este periodo, Mahindra asumirá la responsabilidad como accionista principal y cooperará activamente con SsangYong para la normalización de la gestión hasta la conclusión temprana de las negociaciones con las partes interesadas", ha subrayado un portavoz de Mahindra.
Desde SsangYong han subrayado que esta situación es debida a las dificultades que ha traído consigo la crisis del coronavirus. "Estamos haciendo todo lo posible para transformar la situación y construir una empresa más sólida y competitiva para el futuro", ha reivindicado.