Querido diario, estos últimos días han sido terribles. Desde el comienzo de la campaña vi que la cosa no rodaba como había pensado y comencé a tener una acidez insoportable. Ni las centollas de O Grove me caían bien. Luego mi malestar fue en aumento al escuchar sobre el avance del nacionalismo y la posibilidad de que la izquierda me arrancara “a miña terra querida”. De ahí a la descomposición galopante solo hubo un paso. No podía soportar los cuchicheos de los míos cuando no miraba. El remate fue cuando se publicaron las encuestas del CIS, y claro, al convocar a los periodistas se me escapó lo que no debía.

Sin embargo, como dice el refrán, “non hai mal que o tempo non alivie o teu tormento”, y llegaron los resultados del domingo. Cada diez por ciento escrutado tenían el efecto de un Omeprazol y un Fortasec a la vez. ¡Gloria bendita!

La cosa había cambiado de golpe y de barrio; pero como tengo un buen corazón, he mandado a Pedro un paquete de cien rollos doble capa, especial para pieles sensibles. Dios sabe que con esto y el “Koldogate” lo va a necesitar.

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Detrás de esta viñeta están Benjamín y Mercedes. Son padre e hija. Benjamín dirige el estudio Arquitectos San Lorenzo 8. Mercedes es ilustradora y diseñadora gráfica. El texto queda a cargo de Paula, la hija mayor, que se dedica a la seguridad alimentaria. La idea de cada semana: un asunto de familia.