Los Debates sobre el Estado de la Región en Castilla-La Mancha se han convertido en una especie de plataforma donde se anuncian muchas medidas e inversiones millonarias, más de 30 para el estímulo económico regional en el caso del presidente de la Comunidad, Emiliano García-Page, en su reciente intervención en las Cortes Regionales. No obstante, aun cuando en la política española hay un abismo entre lo que se anuncia y lo que se cumple, en la actual Legislatura el Gobierno regional ya asegura tener ejecutado el 30 % de lo comprometido en su programa electoral, dando como resultado "un crecimiento de población y económico en todos los sectores".
Una bonanza que no resulta tan floreciente cuando conocemos indicadores que sitúan a Castilla-La Mancha con una tasa de pobreza y exclusión social (AROPE) del 31,7 %, una de las más elevadas del país y con alrededor de 660.000 personas afectadas en toda la región, 10.000 más que en 2022. Otro informe, el de Oxfam Intermón, señala también una pobreza laboral en Castilla-La Mancha de las más elevadas, tan sólo por debajo de Andalucía y Extremadura, las regiones habituales en estas estadísticas con pobrezas muy superiores a las de sus contrapartes del norte del país por el mayor peso de la agricultura, construcción, y hostelería en el sur y las zonas del Levante. Comarcas con baja densidad de población que se enfrentan a una combinación de factores que agravan su pobreza laboral.
Un agotamiento y desesperanza para estas personas en la Comunidad que, a pesar de tener empleo, no pueden avanzar económicamente, ni disfrutar de una vida digna a pesar de tanto crecimiento económico, laboral e inversor como se pregona. En Castilla-La Mancha, el actual sistema productivo y modelo económico sigue generando puestos de trabajo de baja calidad, lamenta Oxfam Intermón en su informe. La región tiene un crecimiento económico que no se traslada en su totalidad a una mejora de las condiciones del mercado de trabajo, por lo que la pobreza laboral en esta tierra apenas se ha visto reducida durante la última década.
En una comunidad autónoma donde la tasa de desempleo es también tema recurrente -125.184 personas en septiembre, según el INE- la realidad es igual de preocupante para aquellos que, a pesar de estar ocupados, continúan atrapados en la precariedad. Una pobreza laboral en Castilla-La Mancha que esperamos salven a tantas personas y puestos de trabajo como se enuncian cada día, pues tener un empleo en esta tierra ya no garantiza llegar a fin de mes en condiciones dignas.