A Robert Graves, uno de esos ingleses que descubrió Mallorca en los años veinte del siglo pasado, le encargaron una biografía de T.E. Lawrence, en realidad T.E. Shaw, o Ross, como en algún momento prefirió llamarse, y al que todo el mundo conoce como Lawrence de Arabia. Corría el año 1927 y el entonces profesor de literatura inglesa en una universidad de El Cairo se puso a la faena. Fue uno de sus primeros trabajos. Luego en los años treinta vendría la serie de novelas históricas sobre los primeros emperadores romanos que le harían célebre y no pocos ensayos dedicados al mundo clásico y su literatura.

Este libro publicado unos pocos meses después del encargo sería el primer acercamiento a una figura sobre la que han corrido ríos de tinta y se ha  convertido en un personaje mítico recreado una y otra vez en el cine y la literatura. Inolvidable Peter O´Toole encarnando al personaje en la película dirigida por David Lean. Y aquí hay que advertir al lector que su publicación tuvo todas las bendiciones del biografiado, incluida la utilización “a mi libre albedrío dentro de ciertos límites”, como confiesa Graves, del material ofrecido por el propio Lawrence de los libros publicados hasta ese momento: Rebelión en el desierto y Las siete columnas de la sabiduría, que había sido publicado solo de manera parcial y no lo sería completamente hasta su muerte.

Esta biografía, con el protagonista aún vivo, tiene las virtudes y los defectos que es fácil imaginar. No deja de ser un primer acercamiento a una figura que ya había adquirido tintes míticos, pero que ya aparece en confesión del autor, con “una imagen de una personalidad de complejidad exasperante” y con una historia detrás “enrevesada”, tanto por su propia vida como por la multitud de personajes de peso que se cruzaron en su camino. Una complejidad que hace más admirable la claridad de la película de Lean para el espectador que, sin embargo, continuamente tiene la sensación de que siempre hay algo que se escapa a su mirada.

Pero  cualquier lector de Robert Graves sabe que después toda su obra se moverá entre la ficción y la realidad con la naturalidad del que aparentemente muestra lo que sucede “delante del espejo del camino”.  T. E. Lawrence tenía todas las características de personaje histórico en el que la leyenda acaba imponiéndose sobre la propia realidad y así se encarga de conducirnos Graves por su vida.

No sé si actualmente Seix Barral, integrada en el grupo Planeta, sigue reeditando esta biografía, que  forma parte de su fondo al menos desde 1991 en que se hizo la primera edición, y a la que sucedieron unas cuantas en años posteriores. Al aficionado a las biografías que parten de material aún vivo, seguro que a pesar de muchos momentos en que el autor parece perder el hilo ante tanta derivada no le defraudará. El contraste con revisiones actuales del personaje es un ejercicio que se impone.

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Robert Graves. Lawrence y los árabes. Traducción de Juan Antonio Gutiérrez Larraya. Editorial Seix Barral, 1992. 318 páginas.