Viaje a Rusia
Creo que es la primera vez que se traduce al castellano este libro, que en realidad es un conjunto de artículos realizados para el periódico La Publicitat en 1925, cuando Josep Pla ejercía de corresponsal del periódico en París. La profesión de periodista era en aquel tiempo una profesión muy alejada de lo que hoy se vive en cualquier periódico. La figura del corresponsal era imprescindible para informar de los acontecimientos que se producían en el mundo e, incluso, como es el caso, grupos de amigos como la Peña de Ateneo de Barcelona financiaban el viaje de un amigo periodista para que contara lo que ocurría por ahí.
En junio de 1925, en plena transición de los tiempos de Lenin a los de Stalin, y con Trostki como figura emergente, Josep Pla viajó a la URSS y escribió estas treinta y ocho crónicas que obtuvieron tal éxito que en octubre estaba en marcha la primera edición en la editorial Diana, con cinco mil ejemplares vendidos en unos meses, como cuenta Pla en uno de los dos prólogos.
El libro apareció con el subtítulo “Noticies de l´URSS. Una enquesta periodística” y sería de nuevo editado en “El nord” en 1967 con un sustancioso prólogo de Pla en el que cuenta la historia del libro y el papel que, como guía, acompañante y avalista, tendría el revolucionario barcelonés, afín a Trostki, Andreu Nin, una figura a la que también dedicaría uno de sus célebres retratos de “Grandes tipos” (Homenots) en el volumen 16 de su Obra Completa.
Josep Pla tenía veintiocho entonces, pero ya ha había vivido en Italia el ascenso del fascismo, en Alemania el fenómeno de la hiperinflación y ahora residía en París, donde, a veces (luego él lo confesaba), no tenía ningún problema en copiar las crónicas políticas de los grandes periódicos franceses.
Josep Pla había estudiado Derecho, pero su oficio fue desde el principio la escritura y el periodismo. Dos actividades en una y que se confunden en toda su obra. Escritor en periódicos. Periodista con voluntad de estilo. Escritor, en suma.
Cuando leí este “Viatge a Russia” anoté algunas cosas que me llamaron la atención y que tienen mucho que ver con el talante liberal conservador y excéptico de Pla con respecto a la libertad. La primera es una conversación con el citado Andreu Nin, después de asistir a una asamblea en la que le hizo de traductor: “Le querría hacer una pregunta: los asistentes al acto, ¿eran todos comunistas?”. “No –respondió-. Había comunistas, aspirantes y sin partido. No creo que los comunistas llegasen a la mitad”. “Otra pregunta: ¿en actos así, la libertad de expresión, es absoluta?”. “En realidad, ¡sí! –respondió-. Si el orador no dice lo que piensa es porque no lo considera conveniente”. “En definitiva –dije mientras bebíamos otro vaso de té- es una libertad convencional como suele existir entre personas correctas”. “¡Depende! –contestó Nin-. Delante del capitalismo, la libertad no es convencional; delante del comunismo, sí. Comprende …”. “¡Comprendido!”.
La otra es el comienzo del capítulo "La libertad" y tiene este comienzo: “¿Hay libertad en Rusia? Aquí pasa como en todas partes. En Rusia tienen libertad los comunistas. En las otras partes del mundo, tienen libertad los anticomunistas. Parece que la historia demuestra que la realización absoluta de la libertad es un trabajo desproporcionado respecto a las fuerzas humanas. No queda más remedio que llegar a esta conclusión; los países que tienen más libertad son aquellos que gozan de un Estado débil. En Rusia el Estado es fuerte: la libertad no tiene nada que hacer”.
Josep Pla. Viaje a Rusia. Noticias de la URSS. Una investigación periodística. Traducción y prólogo de Marta Rebón. Ediciones Destino, 2018. 280 páginas. 18€.