El infierno de los jemeres rojos
Denise Affonço se define a sí misma como “euroasiática, nacida en Phnom Penh en noviembre de 1944, hija de un padre francés y de una madre vietnamita: un producto puro del colonialismo”. Su tragedia, narrada a lo largo de este libro y en su origen el testimonio escrito en 1979, en el proceso contra Pol Pot, el principal líder de los jemeres rojos, es la de los millones de de camboyanos que durante cuatro años fueron sometidos a un régimen que pretendía instaurar un estado agrícola comunista. Los habitantes de las ciudades fueron deportados al campo y obligados a trabajar la tierra. El resultado fueron dos millones de muertos, que suponían la cuarta parte de la población del país, debido a las hambrunas, las enfermedades y las ejecuciones sistemáticas con las que se pretendía levantar una sociedad nueva y libre de los “parásitos” procedentes del colonialismo y el antiguo régimen de la República jemer de Lon Nol, que en el año 1970 había acabado, con el apoyo de los Estados Unidos, con la monarquía de Norodon Sihanouk.
En abril de 1975 los jemeres rojos toman Phnom Penh, la capital de Camboya, instauran la República Democrática de Kampuchea bajo la dirección de Angkar y decretan la evacuación total de sus habitantes al campo. En aquellos momentos todo se justifica por las órdenes de un misterioso Angkar: “Tenéis que evacuar la ciudad –nos dijeron- en los próximos dos o tres días…, porque Angkar quiere poneros a salvo de los bombardeos estadounidenses ¿Angkar? ¿Quién es Angkar? ¿Qué quieren decir? Más tarde aprendería el significado de “la Organización” o “el Partido”. Toda persona dotada de poder para dirigir un pueblo o un equipo de trabajadores hablaba en su nombre; Angkar estaba por todas partes. “Llevaos lo mínimo, cerrad bien las puertas y dejadnos las llaves, nosotros guardaremos vuestros bienes has ta que volváis. No os preocupéis, marchaos tranquilos". Así comenzaría una pesadilla que duraría cuatro años y en los que la protagonista del relato perdería a su marido, un crédulo simpatizante comunista, y a su hija de nueve años, aparte de la mayoría de sus conocidos y vecinos.
En enero de 1979, Denise Affonço escribe: “ A finales de ese mismo mes, moribunda, demacrada, más muerta que viva, consigo, con la ayuda de mi joven hijo, escapar de la selva en la que ha fallecido el resto de mi familia y más de dos millones de camboyanos. Hace cuatro años que me alimento de cucarachas, de sapos, de ratas, de escorpiones, de saltamontes y termitas para calmar mi estómago hambriento por el régimen forzado de los jemeres rojos; hace cuatro que voy descalza, haga el tiempo que haga, por los arrozales, para labrar, sembrar, replantar y segar, cavar fosas o construir diques, todas las mañanas, con tan sólo unos granos de sal gruesa y agua fría en el estómago como desayuno, el cuerpo inflado de edemas, enfebrecido por el paludismo, con la prohibición absoluta de quejarme y de llorar a mis muertos”.
Muy recomendable para admiradores de los regímenes comunistas y similares. Espeluznante.
Denise Affonço. El infierno de los jemeres rojos. Testimonio de una superviviente. Traducción de Daniel Gascón. Ed. Libros del Asteroide, 2010. 254 páginas. 16,10 € . Biblioteca Municipal José Hierro de Talavera de la Reina.