La peor pesadilla para Page
Era inevitable que a los madridistas veteranos se les aparecieran en esta tarde de domingo el fantasma de las dos ligas perdidas hace ya un cuarto de siglo en Tenerife. Improbable que el Madrid de Zidane se dejara llevar por lo que contra todo pronóstico podía suceder, pero hasta el pitido final en las gradas de la Rosaleda muchos eran los que no se fiaban. El fantasma de Emiliano García-Page era el pedrisco y todos los malos augurios en contra del sentido común y esa lógica de Pero Grullo tan de Emiliano, se han cumplido como una mala pesadilla. De nada han valido análisis racionales, ni argumentos lógicos, ni pensar que todo se quedaría en un mal sueño. Todo lo que podía salir mal ha salido y al presidente regional no le queda otra que apretar el culo en la silla y empezar a diseñar un plan para que el pedrisco no se lleve todo por delante y con él a la cabeza.
Aunque el propio Emiliano declaró que si ganaba Pedro Sánchez, él tenía poco que hacer, no le veo yo entregando la cuchara en Ferraz, por mucho que incluso en su región Sánchez haya demostrado que tiene mucho más fuerza de la que parecía hace tan sólo un mes, antes de que apareciera el primer mal vahío envuelto en la mínima diferencia de los avales de Pedro y Susana. Lo de ayer ha sido aún peor, porque por primera vez en su carrera política Emiliano está situado en la minoría perdedora.
Pero que nadie se alborote demasiado pronto. A Emiliano le queda cuerda política para rato, y para sacarle de los resortes de poder que a día de hoy sigue teniendo en la mano, sus adversarios tienen que sudar. No veo yo a Emiliano poniendo una alfombra roja en cada uno de los congresos provinciales que se tienen que celebrar tras el Congreso Federal del PSOE, para culminar en el regional, a los hombres y mujeres de Pedro Sánchez que ahora aparecerán hasta debajo de las piedras. No se irá a su casa sin dar batalla. A Sánchez le costará algo más que los votos que ha sacado a Susana en la región para levantarle el sillón. Que se olvide de aquellas declaraciones que Emiliano hizo en la puerta de Ferraz en las que parecía que con Pedro Sánchez de secretario general tiraría la toalla y se iría a su casa.
Si es mínimamente inteligente, Pedro Sánchez se abstendrá de enredar en la política regional, y mucho más sabiendo la forma obscena en la que el subdelegado territorial de Pablo Manuel Iglesias ha intentado desestabilizar a Emiliano desde la semana anterior al uno de octubre pasado. Aparecer, no ya en Castilla-La Mancha, sino en otras regiones como el lado interno de la pinza con Podemos, podría ser letal para su proyecto de llegar a la Moncloa.
Como decía hace unas semanas el director de este papel digital, Emiliano tiene dos pretendidos aliados con un alto grado de toxicidad que se llaman Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Pero no se lo pondrá fácil a ninguno de los dos.