La nueva ministra le hace la transición ecológica a Page
Estaba cantado, y ya lo anticipó uno cuando vio cómo se sacudían desde Ferraz y desde la Moncloa los dos temas “ecológicos” de los que hizo bandera García-Page tras el advenimiento primaveral de Sánchez Castejón. El que siga creyendo que el gobierno de “ministros y ministras” de Sánchez moverá un solo dedo en contra de los trasvases del Tajo al Segura o la construcción del almacén centralizado de residuos nucleares, ATC, de Villar de Cañas, que le dé un repaso a la entrevista de ayer en el diario El País, de Manuel Planelles y Esther Sánchez a la flamante ministra para la Transición Ecológica, doña Teresa Ribera. Bueno, eso, si es capaz de interpretar el galimatías de subordinadas con que carga su prosa la ministra. Eso sí, queda claro que los dos temas que tanto preocupan al PSOE de Castilla-La Mancha, no forman parte de sus prioridades: “Dos objetivos fundamentales: llevar al Congreso de los Diputados una futura Ley de Cambio Climático antes de fin de año y preparar un Plan Energético Nacional para la próxima década que reclaman desde Bruselas…”. ¿Y de lo nuestro? Si tienen paciencia para soportar la farragosa explicación, verán que todo queda como estaba. La construcción del ATC adelante con la consignación presupuestaria que el PP de Montoro había previsto y que el PSOE de Sánchez ha asumido como suya. ¿Y los trasvases? - “Hay que hacer números” -dice la ministra- “tantos como con la energía nuclear, y como los de Mariano Rajoy no los han hecho, los vamos a hacer nosotros ahora durante unos cuantos años”. ¿Pero los trasvases? “Medidas extraordinarias que no pueden convertirse en ordinarias”… porque ya se sabe que eso quedó explicado por aquel gran adelantado de la transición ecológica, don Groucho Marx, cuando dijo aquello de “la parte contratante de la primera parte" y bla, bla, bla…
Pero en la España de los diecisiete cafés y las diecisiete soluciones estratégicas en la aplicación del gilitaca futbolero a la política de aldea, una ministra con este desparpajo oral puede ser una bendición, y así se ven las cosas desde el palacio de Fuensalida. Emiliano tiene asegurado su espacio de reivindicación hasta el final de su legislatura y eso le permitirá desmarcarse de todas las ocurrencias de aquel Sánchez al que ya colaboró en defenestrar hace dos años escasos y al que seguirá desde Toledo empujando sin ningún empacho al precipicio. No hay bien que por mal no venga, que dijo el otro, o al revés, que aquí, como decía anteayer el alcalde de Talavera, Jaime Ramos, “en política nunca sabes lo que te puede ocurrir en cinco minutos”… Y en la vida del siglo, añade uno.