La amenaza de VOX o Ricardo Chamorro
Lo que hay que ver. El partido de extrema izquierda, Podemos, calificando de amenaza para la democracia al partido de extrema derecha, VOX, porque cuatrocientos mil andaluces han decidido darle su voto. La zorra guardando las gallinas. Y para colmo recurren al democrático método de tomar la calle en protesta por los que les han votado y les han dejado de votar a ellos. Hasta Íñigo Errejón ha tenido que pedir cordura.
Llaman fascistas a los que van a las urnas y aceptan el veredicto de los ciudadanos, y proclaman al día siguiente que como no les gusta el resultado lo mejor es hacer el demócrata con escraches, boicots y algaradas callejeras. Estos sí que meten miedo y además no lo disimulan porque se han hartado de proclamarlo siempre que han tenido ocasión con una estrategia en la que la división y señalar al otro ha sido su constante. Pura lucha de clases atizada por ese motor tan humano que es el odio, el resentimiento y el rencor. Primero fue la casta y luego han venido todos aquellos que tienen la desgracia de no pensar como ellos. El colmo es protestar por el resultado de unas elecciones. Eso sólo se les ocurre a los verdaderos enemigos de la democracia.
Y es que hay que ver la insistencia en todos los medios de cielo, mar y tierra por calificar al partido de Abascal y de Ricardo Chamorro de ultraizquierda, mientras nadie antepone el mismo adjetivo por el otro extremo a Podemos y sus confluencias. Que uno sepa, ese partido acepta la democracia y la Constitución y todavía no tiene ningún procesado o imputado en sus filas por pretender saltársela o por llamar a asaltar la sede de la soberanía nacional. Han cometido el delito de participar en la máxima fiesta de la democracia que son las elecciones y han añadido premeditación y alevosía levantando cuatrocientos mil papeletas. Imperdonable.
Pero es que además algunos de la llamada izquierda moderada, si eso es posible teniendo un líder como el doctor Sánchez a la cabeza, se hartaron durante la campaña andaluza de atizar la caldera a favor de un partido que veían ante todo como una merma de votos para el PP y otra forma de dividir la derecha. Luego, como las encuestas de Tezanos que daban por hecha la victoria de Susana y que desmovilizaron a buena parte de los votantes socialistas, se ha visto que la medicina se ha convertido en una purga.
Además, uno lee y habla cuando tiene ocasión desde hace años con el compañero de columna Ricardo Chamorro, que se perfila como el cabeza de lista regional por VOX, y nunca ha visto el extremista que algunos quieren pintar. Pero decirles a esos que lean a Ricardo es tiempo perdido. Todo es más fácil desde la trinchera en que llevan instalados desde hace ochenta años. Un siglo de estos acabarán ganando la guerra civil. Es su ilusión.