Page a lo suyo, con todo y contra Sánchez
En los diferentes Psoes se han encendido todas las alarmas. Ya se sabe que en el PSOE actual conviven al menos tres o cuatro Psoes. Uno de ellos es el de Emiliano García-Page que no se corta al explicarlo cuando pretende una alianza preventiva con Ciudadanos y dice que en el PSOE al que él se afilió estaría muy cómodo Albert Rivera. El único PSOE en el que parece que no se han querido enterar de lo que ha pasado en Andalucía ha sido en el que hoy por hoy tiene la marca y el logotipo. En el de Guillermo Fernández Vara en Extremadura, en el de Javier Fernández en Asturias, en el de Javier Lambán en Aragón y en el de García-Page en Castilla-La Mancha se han encendido todas las alarmas. No en vano son los socialistas que tiene poder autonómico y a los que significativamente no se les invitó hace unos días a compartir impresiones con el doctor Sánchez en Moncloa. Ahora saben que todo se ha complicado y los cuatro coinciden en señalar a Sánchez y su conducta suicida aceptando ser presidente con los votos de los enemigos de eso que ni siquiera se atreven a nombrar en voz alta que es España.
La misma noche del batacazo de Susana Díaz en el entorno de García-Page eran conscientes de que algo había cambiado para mal en el horizonte electoral. Hasta entonces la posible inquietud no dejaba de ser algo que se veía lejano. Susana revalidaría a trancas y barrancas y aquí todo seguiría igual. Pero el pedrisco, que muy pocos vaticinaban dentro del PSOE, sin ser tachados de derrotistas, ha caído y anuncia unos efectos que pueden extenderse a todos los que aún son capaces de salir con el logo del puño y la rosa. De nuevo un personaje capaz de cualquier cosa por auparse al sillón presidencial convierte la marca en mortal de necesidad. Emiliano, Lambán, Fernández Vara y Cía no han tardado en reaccionar. Se trata de sacudirse de encima la sombra de su presidente y secretario general y no se van a cortar porque saben que su supervivencia política depende exclusivamente de ellos. A Pedro Sánchez sólo le importa tener de nuevo los votos suficientes para repetir la jugada de la moción de censura, aunque esos votos sean de efecto devastador en la mayoría de los territorios de España.
Por eso, García-Page cada día se levanta con el objetivo de tener un tema con el que desmarcarse del gobierno sanchezstein. El agua, un tema recurrente, se utilizará ahora buscando la alianza con el PP, algo imposible a nivel nacional. La torpeza y la ignorancia de la ministra de Transición Ecológica se lo han puesto a huevo para marcar distancia… y vendrán otros muchos temas porque las ocurrencias de este pretendido “gobierno bonito” no tienen fin.
Mientras llegan, Emiliano ha dado otro paso hacia adelante. Un paso al que ni siquiera se ha atrevido el VOX de Abascal y Ricardo Chamorro. Ha propuesto ilegalizar a los independentistas. Ni más, ni menos. Ni el mismo Aznar hubiera ido tan lejos. Emiliano con todo al ataque y sin complejos.