De Barreda, Tizón y las bajas que viene
De la política, como del toreo y de cualquier actividad ejercida de cara al público, hay que saber retirarse. Pocos son capaces de medir el momento y saben entregar la cuchara un minuto antes de que se la pidan. Algunos privilegiados tienen esa intuición y dan el paso sin más, aunque siempre se sospeche de que en realidad no tenían otra salida. José María Barreda, Arturo García Tizón y Celia Villalobos son tres ejemplos claros... y casi en un mismo día.
Lo de José María Barreda se veía venir. Ahora sabemos que en las Navidades ya comunicó a los órganos regionales del partido que no contaran con él para repetir en las listas en las previsibles elecciones generales que se venían encima. Ya cuando le “encasillaron” en los comicios del 2015 tuvo sus dudas y algunos de su entorno dieron por hecho que volvería a la Universidad para acabar su carrera profesional como profesor de Historia Contemporánea. Desde que se le vino encima el “pedrisco” no ha estado cómodo en su escaño. Se ha mordido la lengua más de una vez, y solo cuando tomó la decisión de abandonar su escaño se ha tomado la libertad de decir lo que pensaba. Al minuto de ejercer su libertad de opinión, en la senda de Guerra y Felipe González sobre el “relator”, se filtró que estaba escabechado. Les faltó tiempo a los “pedristas” para apearle de su condición de miembro suplente de la Comisión Permanente del Congreso de los diputados. Un cargo que comparó con toda su gracia manchega, que no le sobra, al del capitán de los “armaos” de Calzada de Calatrava. En el mismo lote fue la vallisoletana Soraya Rodríguez, que se dio por amortizada. Otra Rodríguez, Isabel, que fuera uno de los grandes apoyos de José María Barreda, había iniciado su repliegue táctico hacía su pueblo. Le quedan muchos años de vida política y confía en su tirón para ocupar la alcaldía de Puertollano. En Ciudad Real son dos puestos de salida que ocuparan los sanchistas de toda la vida. El doctor Sánchez no quiere sobresaltos y renovará más del sesenta por ciento de las listas a las Cortes Españolas. De nada servirá lo que digan los Comités Provinciales y Regionales, porque la última palabra la tiene la Ejecutiva Federal que controlan Sánchez y Ábalos. Algunos de los que nunca fueron nada en el PSOE de Page se frotan las manos porque habrá más de una sorpresa y más de una resurrección.
Y en el PP, casi lo mismo. Arturo García-Tizón pone por delante sus setenta y tres años para anunciar su retirada, pero ante todo las pocas ganas de enredar que le quedan en un partido en el que perdió su máximo valedor con Mariano Rajoy. Aquí, lo mismo que en el PSOE, la renovación será a fondo, porque aquella “cuota Cospedal” que impuso a Pablo Casado por su apoyo en la segunda vuelta se ha diluido tras la dimisión forzada por Villarejo y sus escuchas. Casado y Nuñez aprovecharán la ocasión para quitarse rémoras y facturas del pasado. La “dimisión preventiva” de Celia Villalobos y de alguno más que en los próximos días y de “manera voluntaria” renunciarán a renovar su escaño lo confirmarán.