Acostumbrados a utilizar, desde Venezuela a Cuba, pasando por China, el lema aquel que hizo famoso al anarquista francés Pierre-Joseph Proudhom de “la propiedad es un robo”, García Molina y los suyos le han metido mano a la imagen de Emiliano García-Page con la naturalidad del que te roba la cartera en el metro y luego se pone a gritar ¡al ladrón, al ladrón! Puestos a nacionalizar han arreado con la foto de su socio de gobierno Emiliano y luego después, cuando la Junta Electoral de Castilla-La Mancha, les ha afeado la chorizada, se han echado las manos a la cabeza con el discurso de la censura, la libertad de expresión y los derechos fundamentales del delincuente al que se le impide delinquir. ¡Qué cosas!

Y es que por si a algún lector le ha pasado desapercibida la campaña de la coalición Podemos-IU-Equo en la región se lo recuerdo: carteles de fondo rojo, con una  fotografía de Emiliano García-Page que encabeza un texto que dice “En Castilla La-Mancha, los socialistas de corazón votan Podemos” y rematado por un corazón derivado de los primitivos círculos podemitas convenientemente firmados y subrayados. Luego, ante la prohibición de la Junta Electoral de seguir utilizando esos cárteles, “para evitar el riesgo de que el daño a la imagen y símbolos del denunciante, y lemas del partido denunciante pudiera consumarse”, han recurrido a reproducir el mismo cartel con una de esas añagazas que utilizara el demócrata Torra cuando la Junta Electoral Central ordenó la retirada de los lazos amarillos y los lemas de apoyo a los golpistas catalanes presos.

El nuevo cartel, calco del anterior, se encabeza con el lema de “Quien Page, manda”, se representa la silueta de Page por una línea de puntos y se remata con un crucigrama con las casillas en blanco a resolver, en las que hasta el más tonto de la clase encontrará la reproducción exacta del cartel vetado. En la letra pequeña, bajo el lema principal, “El candidato Emiliano García-Page ha censurado la campaña de Unidas Podemos atacando la libertad de expresión y los derechos fundamentales. Resuelve el crucigrama y recupera tu derecho a conocer nuestra propuesta”. Una burla y una acusación de parcialidad a la Junta Electoral regional que merecería algo más que esa multa de entre cien y mil euros que parece ser el castigo por el robo y la utilización de una imagen ajena, para un fin justamente contrario al que su justo propietario tiene derecho, hoy por hoy en España y en cualquier país que sea un verdadero Estado de Derecho.

Claro, que acostumbrados a ver cómo en las televisiones y en las redes sociales la gente mercadea con su propia imagen hasta que la denominada prensa del corazón las utiliza por las buenas o por las malas, no hay por qué extrañarse. La Junta Electoral ha sido muy blandita en sus apreciaciones. Lo de los carteles y la respuesta de Podemos y Cía es un robo, una burla y una canallada que nadie, hasta ahora, se había atrevido a perpetrar. Otra línea roja que con el sanchismo como bandera de comportamiento político se cruza sin ninguna vergüenza. Todo vale. Es la dictadura del “cómo sea”.