LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN: ¡VAMOS A VER! - Martín Martínez Martínez (19 de marzo de 2018)
Siempre se ha dicho que las actividades expresivas mejoran la salud. Si sacas lo que tienes dentro, es decir, si te expresas, la presión se reduce, es decir, la tensión baja, te relajas y te encuentras mejor. "Expresión!, fuera presión, fuera tensión!". Va muy bien en las cárceles, en los hospitales, en las escuelas y, siempre y en cualquier lugar.
Siempre se ha dicho que la libertad de expresión fomenta la auténtica participación política. Resumiendo, protegiendo esta libertad, protegemos la salud individual y la grupal. Protegemos la salud mental y la democracia.
Y hablando de salud. Aunque, parece que ciertas sentencias no son terapéuticas, debemos decir, que la libertad de expresión no se puede defender como la libertad de comercio. Pues, una intoxicación alimentaria, se detecta rápido, y rápido se retira del alimento. En cambio, una intoxicación informativa, o el exceso de conductas ofensivas imitables, tienen una afectación lenta, y unos resultados imprevisibles.
Dicho esto, expongo dos noticias relacionadas con esta libertad, de la que se señalan mucho los beneficios, y poco los peligros: 1. Estrasburgo da la razón a dos jóvenes que quemaron la foto del rey en Girona. 2. Amnistia Internacional advierte de que la libertad de expresión en España está en peligro.