UN GOBIERNO CON VOCACIÓN DE... MANTENERSE - Roberto Rincón (8 de junio de 2018)
Hace poco escribí para manifestar que el Gobierno de España nacido de una moción de censura destructiva –anti- en lugar de constructiva -por España y con un programa de Gobierno-, dudaba que fuera a serlo por un periodo corto para convocar elecciones lo antes posible. Ahora ya tenemos Gobierno, feminista según Sánchez (que pronto se ha olvidado de la paridad). Me choca, sobre manera, que si en lugar de 11 mujeres, hubieran sido hombres y se hubiera dicho que era machista, la que le habría caído.
Es feminista y el respetable aplaude con las orejas. Y no es que me importe o me desagrade. He trabajado con mujeres y en muchos casos han sido mis jefas, y nunca tuve problemas, y reconocí su valía y profesionalidad, en la mayoría de los casos por encima de la mía. Y hasta me daría igual que todas fueran ministras, y hasta la Presidenta del Gobierno. No es el sexo lo que debe prevalecer a la hora de nombrar a alguien, sino la competencia, el conocimiento, la honradez, el sentido común y por supuesto la falta de sectarismo.
Pues bien, este Gobierno, de momento ha creado un 30% más de Ministerios y sus correspondientes asesores, que supongo que por amor al arte no formarán parte de él durante “unos” meses. Y dada la alegría mediática –todo un éxito, hay que reconocerlo- con la que ha sido recibido, con vocación de medio telediario no lo será, sino de durar y perdurar, si es posible.
Dado el logro que Sánchez ha alcanzado con la presentación de este nuevo gobierno, uno se pregunta: ¿Por qué el señor Page, la señora Díaz, y tantos otros, nos querían privar de un hombre de estado de tal calibre? ¿Por qué hemos perdido varios años en que su llegada nos viniera a reconducir el estado de bienestar, la solución de los males que aquejan a España y hasta la falta de agua? Señor Page y demás artífices de la expulsión del señor Sánchez de la Secretaría del PSOE, sólo por eso, deberían dimitir.
Con este Gobierno, no sólo vamos a llegar a la estratosfera y más allá; sino que tendremos unas pensiones dignas –lo de los impuestos que nos esperan es sólo por nuestra pensión futura-; los racistas catalanes serán reconducidos por la senda del sentido común, a cambio de nada; los separatistas vascos dejarán de chantajearnos, porque ahora entenderán que España es una nación de naciones y lo del cupo vasco no puede ser; las feministas ya no clamarán porque tenemos un gobierno “ista, ista”; los ecologistas tan contentos: se fomentarán las energías alternativas con un molino en cada cumbre a modo de sustitutivo de encina, los huertos solares sustituirán los olivares y para los de las zonas ZEPA... bueno esos se quedarán para que sean visitados mientras dan de comer a la avutarda, al sisón y a la perdiz roja (y porque es roja), una vez logremos des-hibridarla de la “turca”; la justicia está en buenas manos de los allegados a Garzón, y... no sigo por no aburrir.
Desde luego que no comparto el entusiasmo que parece haber generado este Gobierno de España, que no podrá gobernar, simplemente por los motivos por los que ha alcanzado el poder, y que sólo ha tenido el efecto mediático que se deseaba, y ahí se quedará. Esperemos.
Cómo dice la Biblia, en Mateo 7:15-20: por sus frutos los conoceréis, y añado yo: del árbol que nace de la mala semilla, nada bueno se puede obtener, pintemos las frutas del mejor brillo o las coloquemos del mercadillo ecológico. Y eso suponiendo que no vengan con gusano dentro.