COMUNICACIÓN POR SIGNOS - Manuel Muñoz de Luna Sánchez (16 de junio de 2018)
Por diferentes medios de comunicación se observa que existe un movimiento plausible por dotar a los que están privados del habla y del oído (sordomudos), de una herramienta capaz de aminorar sus limitaciones. Existen los manuales y gesticulares, así como de contacto, mas o menos fáciles en su utilización.
Lo extraño es que existiendo un alfabeto, que tuvo su gran éxito en el siglo pasado, utilizado como medio de comunicación para uso comercial, doméstico y militar, no se recurra al mismo para atender a estas personas que, no cabe la menor duda, que es mas fácil de asimilar que los que utilizan nuestros coetáneos.
Se trata del alfabeto Morse, compuesto, como todos sabemos, por rayas y puntos. Estos componentes van colocados en número y lugar distinto en cada letra y número y signos gramaticales (como interrogación, por ejemplo).
Es indudable que esta aplicación redundaría en un beneficio para sus usuarios, además de los invidentes, porque para su uso se pueden utilizar todo medio de herramientas, siendo, además, aplicable para los invidentes.
Existen personas que de forma personal y desinteresada darían mayor información al respecto.