DISCURSO DE LA DISRUPCIÓN Y LA INTERRUPCIÓN - Martín Martínez Martínez (20 de junio de 2018)
Hace algunos meses hablaba con un amigo, que estaba sufriendo un proceso de separación. Su mujer era la que quería separarse. Me decía casi llorando que lo que de verdad le dolía, no era ya la separación, sino todo lo que ella había dicho de él para justificar su deseo de romper. Y es que primero están las emociones y los deseos. Las razones se buscan después. Y no pocas veces se exagera, o sencillamente se miente. No pocas veces se exagera, algunas sin querer.
Hace poco, leía que las razones que daba ETA para matar, se parecen bastante a las razones que dan los radicales independentistas catalanes para perseverar en su provocación. Y es que primero son los sentimientos y las aspiraciones, y el relato que justifica el movimiento se construye posteriormente.
Leyendo los escritos del señor Torra, descubres, sin lugar a dudas, un sentimiento antiespañol. Es verdad que en Cataluña no abundan los radicales de este tipo. Pero, si son bastantes los que se han creído el relato fabricado. Desmontarlo puede costar (...).
Y lo digo, porque me ha parecido, que el gobierno de Sánchez ha hecho, o ha anunciado o ha insinuado algunas concesiones. Y lo digo también, porque me ha parecido que el independentismo ha respondido con algunas provocaciones: "El presidente del Parlamento plantará a los monarcas, no acudirá a la inauguración de los Juegos del Mediterráneo". Un ejemplo.