DERECHOS - Luis Cabaneiro Santomé (9 de marzo de 2021)
Desde que el mundo es mundo nacemos diferentes unos de otros, afirmar lo contrario sería negar la evidencia de que unos son más guapos, otros más feos, otros de un color y otros de otro, unos hombres y otras mujeres, pero el único que podría hacer que estas diferencias se materializaran en algo conflictivo e injusto aprovechando solo la diferencia física natural propia del hombre es él, y lo único que hace que esto cambie es el tesón de la mujer por conseguirlo. Tan lógico pues es no salir a manifestarse por el riesgo que implican las aglomeraciones como el deseo de las mujeres y hombres que desde hace años luchan por este cambio por hacerlo alto y claro por una causa que dignifica no solo a la mujer sino al ser humano en general, respetando las medidas de seguridad con rigurosidad. Sería ideal poder conseguir el equilibrio perfecto entre el derecho a la manifestación y el derecho a la salud, pero también nacemos diferentes en nuestro nivel de implicación en los problemas de los demás y haríamos de un día grande en favor de una causa importante un día insolidario por saltarse muchos las normas.