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Confidencial

Vuelve a salir a la luz la profunda enemistad entre Esperanza Aguirre y un político de la región

26 abril, 2017 19:32

Ayer se conoció que el diputado del PP en la Asamblea de Madrid y exalcalde de Leganés, Jesús Gómez, ha revelado que en una ocasión mantuvo un encuentro en el despacho de Esperanza Aguirre con ella misma y con dos personas más sobre "cómo sacar a la luz el caso Cuadrifolio, un asunto de presunta corrupción del PSOE en Castilla-La Mancha y el Ministerio de Defensa que tuvo cuatro o cinco portadas" en un diario de tirada nacional [El Mundo] y que supuestamente "afectaba" a los expresidentes socialistas de Castilla-La Mancha, José Bono y José María Barreda.

En una entrevista con Onda Cero, Gómez ha añadido esta explicación a su argumentación sobre la Operación Lezo que afecta al expresidente madrileño Ignacio González. "Esto fue una conversación que yo mantuve en el despacho de Esperanza Aguirre, con ella, por supuesto, y con otras dos personas. Una era entonces también colaboradora suya de partido y tenía un cargo de representación, y la otra, después pude saber que se trataba de una persona que trabajaba para algún cuerpo o fuerza de Seguridad del Estado", ha detallado.

Ayer se apresuraron en el PSOE de Castilla-La Mancha a pedir la identificación de las personas que asistieron a dicha reunión pensando que alguna de ellas puede ser de Castilla-La Mancha.

El caso Cuadrifolio fue archivado en febrero de 2016, una causa que investigaba contratos del Gobierno de José María Barreda con la empresa del mismo nombre, a raíz de una información en un diario de tirada nacional que hablaba de que se habían "inflado" precios de contratos de la Junta para destinar los sobreprecios a la financiación del PSOE. Fue en mayo de 2014 cuando la Fiscalía abrió estas diligencias, obedeciendo exclusivamente a esta información publicada y no a denuncia alguna.

La enemistad de Esperanza Aguirre con el PSOE castellano-manchego viene de lejos, sobre todo con el expresidente de la región José Bono. Especialmente duros fueron sus enfrentamientos a cuenta de la construcción de la estación del AVE en Guadalajara y el desarrollo, casi paralelo, del complejo residencial Valdeluz. Bono acusó siempre a Esperanza Aguirre de haber hecho negocio con unos terrenos  en Guadalajara que eran propiedad de su marido. Siendo presidenta de la Comunidad madrileña negó cualquier relación de su familia con el desarrollo del proyecto Ciudad Valdeluz, en el pueblo de Yebes, en la capital alcarreña. “Por cada metro cuadrado que encuentren de mi propiedad [o de mi familia] en el término de Yebes, les doy los euros que quieran”, afirmó la presidenta, que acusó a los socialistas de propagar esta información con el único objetivo de difamarla. “Esta es una calumnia que el PSOE lleva tres años difundiendo”, afirmó. Las páginas de Interviú fueron testigo de ello.

Aguirre no sólo se defendió de estas acusaciones sino que contraatacó con varias indirectas a José Bono: “Lo que hay que explicar es por qué el señor Bono recalificó terrenos en Yebes y en Seseña para que se construyan 9.000 viviendas en un caso y 30.000 en otro, qué casualidad que el director de Valdeluz es el anterior presidente del PSOE de Guadalajara y el Constructor íntimo de Bono”. Aguirre tiraba a dar pero no sabía bien hacia dónde. El director de Valdeluz no era “el anterior presidente del PSOE de Guadalajara”. En realidad se refería al exsecretario provincial de los socialistas alcarreños y expresidente de Caja Guadalajara, José Luis Ros, que al parecer tuvo una participación activa en la compra de los terrenos para Valdeluz. Y el constructor sí era amigo de Bono: Rafael Sanamaría, propietario de la poderosa Reyal y de la cadena Rafael Hoteles.

Esta enemistad sostenida en el tiempo llevó en varias ocasiones a Bono a decir, a modo ya de coletilla, que Esperanza Aguirre es "de las que besan a mediodía y muerden por la noche, de una manera que no es acorde con su aristocrática posición".