La traición de Podemos al PSOE de Page al votar en contra de unos presupuestos que habían pactado previamente, ha puesto a Castilla-La Mancha en una complicada tesitura que afecta al conjunto de la región y que, en caso de que las cuentas se tengan que prorrogar definitivamente, pondrá en situación de riesgo a muchos colectivos y a sectores tan sensibles como la Sanidad o la Educación, sobre todo a este último al habersecontratado a un buen número de profesores a cuenta de los presupuestos de 2017 que están si aprobar. Page se encuentra ante un embarazoso dilema en el que tendrá que decidir en el menor tiempo posible el camino que toma para desenredar el embrollo, con la perspectiva por medio de lo que deparen las primarias del PSOE el próximo día 21.

El PP analizó ayer la situación en la reunión de la junta directiva regional que presidió María Dolores de Cospedal, que se mantuvo reunida la mayor parte de la mañana con sus miembros. Los “populares” consideran que la situación es extremadamente difícil y que puede tener consecuencias para los ciudadanos castellano-manchegos mucho más graves de lo que se pueda pensar. Desde esta perspectiva han vuelto a ofrecer su apoyo a Page a cambio de un puñado de medidas que afectarían esencialmente a los impuestos y a un mayor apoyo a los empresarios. Nada que no puedan asumir los socialistas, que si no pactan con el PP no es por principios ideológicos o económicos sino por la absoluta falta de sintonía entre Page y Cospedal.

En estas circunstancias a Page se le plantean tres posibles escenarios de futuro a cual más complicado para él: Pactar con el PP, retomar los acuerdos con Podemos o convocar elecciones anticipadas. Lo primero está prácticamente descartado, aunque hay algún indicio de mensaje indirecto de Page para no romper todos los puentes. Otra cosa es volver a pactar con Podemos. Pese al duro enfrentamiento de los últimos días entre el Gobierno y el partido morado, lo cierto es que la solución más asequible para los socialistas sería volver a negociar con ellos y cerrar un acuerdo definitivo. No importa el desgaste que suponga ni que se les acuse de establecer acuerdos con gente que ha demostrado que no es de fiar. Es la alternativa menos mala para evitar los otros dos escenarios: el del pacto con el PP o las elecciones antes de tiempo.

Esta última posibilidad no se descarta en absoluto. Lo que parecía en principio un globo sonda es en realidad un planteamiento que se viene haciendo Page casi desde el mismo momento en que Podemos le dejó vendido con los presupuestos. En cualquier caso el presidente no parece que vaya a tomar ninguna decisión antes del 21, el día en que se conocerán los resultados de las primarias del PSOE nacional y de Podemos regional. En el PSOE creen que si gana Susana Díaz crecerán las posibilidades de que Page adelante las elecciones: Primero porque saldría muy reforzado en el partido, segundo porque culparía a Podemos de los males de la región y de la necesidad de convocar elecciones y tercero porque pillaría al PP con el pie cambiado y le obligaría a buscar un candidato de forma precipitada, aunque nadie descarta que se presente Cospedal en caso de necesidad extrema. ¿Pero y si las primarias las gana Pedro Sánchez? En ese caso el escenario se resquebraja bajo los pies de Page y lo que pueda ocurrir a partir de ese momento es impredecible, aunque de ninguna manera se podrá dar por muerto políticamente al presidente castellano-manchego. Ni mucho menos.