Confidencial

No se sabe qué pasará con los presupuestos de la región, pero Page da pistas

7 julio, 2017 00:00

Nadie sabe e qué va a pasar con el proyecto de ley de presupuestos que el gobierno de García-Page va a presentar de nuevo en las Cortes para su debate y aprobación. O para que se los devuelvan, igual que la última vez. El Ejecutivo ha anunciado que en pocos días entrará el proyecto en las Cortes y tiene más o menos definido el calendario para su tramitación, pero factores que no puede controlar como el tiempo de permanencia en el Consejo Consultivo o el hecho de encontrarnos en época de vacaciones, que puede ralentizar todo el proceso. Hay indicios para pensar que el Gobierno del PSOE no teme que le rechacen las cuentas de nuevo, sobre todo teniendo en cuenta que ni siquiera ha intentado negociar previamente su contenido con los grupos de la oposición. Se entiende que hayan obviado a los que fueron sus socios para la investidura de Page después de su traidor e inverosímil comportamiento del pasado mes de abril. Ya no son de fiar. Pero le quedaba al PSOE el comodín del PP, y también lo han descartado. Ahora solo falta esperar estos nuevos presupuestos que, según fuentes del Gobierno, van a ser más sociales y más al gusto de todos, para que “nadie pueda rechazarlos”, aunque nos tememos que están rechazados de antemano. Podemos ha dejado claro que no los va a aprobar si no hay una negociación previa y el PP asegura que se conformaría con unos retoques sobre los impuestos y una mayor atención a los autónomos, pero el PSOE no ha mostrado ni el más mínimo interés en sacar las cuentas adelante con los “populares”.

Llegados a este punto, cada vez hay más coincidencia en que el Gobierno de Page tiene decidido convocar elecciones anticipadas al no estar dispuesto ni a negociar estas nuevas cuentas ni a seguir con los presupuestos prorrogados porque le metería en una complicada situación de la que no saldría hasta las elecciones de 2019. Sería el billete seguro para perderlas. Se impone por tanto la idea de adelantar las elecciones y jugárselo todo a esa carta. Page cree contar con la ventaja de que no tendrá a Cospedal como rival. Además, en el PSOE piensan que ganarían las elecciones al PP, que Podemos dejaría de tener presencia en las Cortes y que Ciudadanos entraría con uno o dos diputados. En esas circunstancias los de Albert Rivera apoyarían la investidura de Page como cabeza de lista del partido más votado y éste podría seguir gobernando con unos aliados más fiables hasta el 2019, que habría que volver a convocar elecciones.

Podemos ha desvelado que ya están preparados para una convocatoria electoral anticipada en Castilla-la Mancha y que podrían establecer nuevas alianzas para ello. El Gobierno ha dado órdenes para que empiecen a movilizarse los recursos necesarios de la administración regional con vistas al posible adelanto de los comicios. Si eso no son indicios suficientes para pensar que cada vez hay más posibilidades de que se convoquen elecciones ofrecemos un dato más: Page está en clave de campaña electoral. Desde hace unos días no para y, frente a la inactividad de las semanas pasadas, hay jornadas en las que participa hasta en cuatro actos distintos, además de la firma de pactos, recepción de donaciones artísticas, anuncios de apertura de nuevas empresas y un largo etcétera. Todo en positivo, muy medido y con titulares de prensa muy precisos. Quizá no sea nada extraordinario, pero hace mucho más caso, al menos aparentemente, a su actividad en la calle que a negociar la aprobación de los presupuestos. Y así todo el gobierno.