La gestión del incendio de Yeste provoca una guerra política soterrada y deja muchas dudas
El incendio de Yeste en Albacete se le ha ido de las manos a la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, responsable de la gestión y dirección política de las actuaciones contra el fuego. Pese al intensísimo y encomiable trabajo de los numerosos efectivos que están luchando contra este importante incendio, el fuego sigue sin control seis días después y la indignación crece entre los afectados y todos los vecinos de toda esta zona en la Sierra del Segura. Desde algunas instancias públicas se están poniendo en duda las decisiones políticas y la forma en cómo se ha coordinado políticamente la lucha contra el incendio, y de hecho se han producido de forma soterrada varios choques institucionales entre responsables de la Consejería y la Delegación del Gobierno en la comunidad autónoma. En algún caso tenemos plena constancia.
No queremos en estos momentos anotar responsabilidades políticas por un incendio que todavía está sin controlar, pero sí es preciso dejar constancia del fuerte malestar que se ha desatado entre los habitantes de toda esta comarca y de las duras críticas que se vierten contra los responsables, con una preocupación social añadida que no se ha calmado lo más mínimo después de seis días de incendio. Ni el calor ni las condiciones climatológicas han ayudado lo más mínimo a sofocar el fuego, pero también es urgente reconocer en este crítico momento el enorme trabajo y el gigantesco esfuerzo que vienen realizando los bomberos, los agentes medioambientales y todos los efectivos que están trabajando en la zona de la manera más intensa, generosa y profesional.
El choque político por la gestión de este incendio, con diferencias de opinión y formas de hacer las cosas desde casi el primer momento, debe dejarse para más adelante. Ya llegará el momento de poner los datos sobre la mesa y, en su caso, exigir y depurar responsabilidades, pero ahora lo importante es sumar esfuerzos en positivo, trabajar todos a una y apoyar con todos los medios y coordinación posible a los numerosos efectivos y medios aéreos y terrestres que se han venido desplegando.