Confidencial

Page evidencia que García Molina fue el "segundo plato" y que pactó con él porque no tuvo más remedio

23 octubre, 2017 00:00

Circulan varias teorías de las razones reales que impidieron un pacto del PSOE y el PP para sacar adelante a la región tras la ruptura sorpresiva y unilateral de Podemos que dejó plantado en abril al Gobierno de Emiliano García-Page, pero la realidad confirmada por todos es que socialistas y populares intentaron con cierta intensidad alcanzar ese acuerdo que finalmente no pudo sacarse adelante. Ese intento fallido de pacto entre el PSOE de Page y el PP de María Dolores de Cospedal culminó, tras romperse las negociaciones, cuando en agosto los socialistas alcanzaron un acuerdo con Podemos que permitió aprobar el presupuesto de 2017 y dos miembros de la formación morada entraron en el Gobierno de Castilla-La Mancha, entre ellos el secretario regional podemita José García Molina en calidad de vicepresidente segundo de la Junta.

Según Page, la culpa de esa ruptura de las negociaciones entre el PSOE y el PP la tuvo directamente Cospedal, quien se habría impuesto por encima de la voluntad negociadora de su propio partido en la región, una teoría que Page expuso en el Debate del Estado de la Región y que Cospedal negó rotundamente acusando al presidente socialista de mentir. La otra teoría que circula es que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, intervino directamente en el asunto, ordenó a Page romper con el PP y le impuso el pacto con Podemos actualmente vigente, algo que los socialistas castellano-manchegos también desmienten. O sea, una ruptura, dos teorías y un solo resultado: la entrada de Podemos en el Gobierno de Page después de haber intentado evitarlo mediante un acuerdo fallido entre el PSOE y el PP, que era la primera opción de ambos en Castilla-La Mancha.

El propio Page dejó claro el pasado miércoles en su discurso del Debate de la Región que el acuerdo con el PP era la primera opción y que "ni yo soy de Podemos ni los de Podemos me quieren", evidenciando que el acuerdo con García Molina fue la opción final para aprobar los presupuestos, es decir, el "segundo plato" tras explorar opciones mejores que hubieran sido más del agrado de todos. El presidente Page pactó con el partido de Pablo Iglesias porque no tuvo más remedio, metiendo a la fuerza a dos miembros de la formación morada en el Gobierno regional, en contra de sus deseos y prioridades. Fue la forma que tuvo Page de "salvar" los Presupuestos y la propia legislatura, un acuerdo forzado y no deseado que es el que previsiblemente hará posible terminar la legislatura en mayo de 2019.