Cospedal, en puestos de cabeza en la quiniela sucesoria con Soraya a la baja
El diario ABC ha repartido leña estos últimos días a diestro y siniestro. A la derecha arreándole al propio Rajoy por su recurso al Constitucional contra la designación de Puigdemont como candidato a president, y a la izquierda empeñándose en amargar la vida al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, desde frentes como el sanitario y el administrativo y político. Ha sido también ABC el periódico que ha realizado el análisis más completo de cómo están las cosas en la cúpula del PP nacional y en qué estado se encuentran los potenciales candidatos a sustituir a Rajoy al frente del partido. En un amplio artículo, Mayte Alcaraz desvela que Rajoy, pese a sus dudas sobre si repetirá como candidato a la Presidencia del Gobierno, quiso frenar las presiones para abrir la sucesión con su declaración del pasado miércoles en Onda Cero, en las que por primera vez dejó en el aire su candidatura pese a que dijo claramente: “Mi idea a día de hoy es repetir como candidato. Lo intentaré”.
Dice ABC que en medios del partido descartan que la declaración de principios de Rajoy fuera dirigida particularmente a Alberto Núñez-Feijoo, Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal o Cristina Cifuentes, “cuatro de los fijos en las quinielas, pero sí a los focos críticos que, en palabras de un miembro de la dirección, son especialistas en exigir cambios de estrategia y de personas cuando las cosas no van del todo bien”.
Sin embargo, lo que parece que todos tienen claro es que nadie va a poner en duda su liderazgo ni su candidatura en caso de que decida presentarse por quinta vez “porque es la única persona en el PP con autoridad para mantenernos unidos, una acuna contra la división interna y con el derecho más que ganado a seguir si él quiere o a retirarse si cree que es un lastre”, dice ABC citando fuentes del PP.
Entre los cuatro hipotéticos candidatos a sustituir a Rajoy en esa sucesión que por el mometo ni está ni se la espera, figura en primer lugar el presidente de Galicia, Alberto Núñez-Feijoo, el único que logró ganar con mayoría absoluta en las últimas autonómicas y por lo tanto, al menos teóricamente, el mejor situado dentro del partido para liderarlo a nivel nacional. En segundo lugar aparece Soraya Sáenz de Santamaría, que habría perdido fuerza en los últimos tiempos tras el traspié dado en Cataluña y “la torpe gestión de la crisis” en aquella comunidad en la llamada “operación diálogo” con los líderes independentistas, además del nefasto trabajo previo al referéndum catalán realizado por el CNI, dependiente de la vicepresidenta. Santamaría, por otra parte, no cuenta con apoyos orgánicos ni territoriales en el partido.
Distinto es el caso de María Dolores de Cospedal, que ha optado en estos tiempos difíciles por la discreción y que está realizado una brillante labor al frente de Defensa. Pese a ser la secretaria general del PP, las labores de portavocía las ha dejado en manos del coordinador general y los vicesecretarios. Dice ABC que “en el partido nadie descarta que Cospedal libre finalmente la batalla”, igual que podrían hacerlo algunos otros dirigentes que figuran en la quiniela de la sucesión. También se desconoce por el momento si Cospedal se lanzaría a esa batalla desde Madrid o desde Castilla-La Mancha. Cada vez son más los que creen que Cospedal no será candidata a la presidencia regional en las autonómicas de 2019 ya que si no recuperara el gobierno castellano-manchego sus posibilidades de suceder a Rajoy se reducirían a la nada. Sin embargo, podría tener otras razones para volver a ser candidata en la región. Queda más de un año y mucho partido por jugar todavía.