El alcalde de una capital de la región, la mosca cojonera de García-Page
El alcalde de Guadalajara, Antonio Román, es un médico que lleva años inmerso en la política sin haber perdido el contacto con la profesión, al menos siempre que ha podido. Eso es lo que probablemente le mantiene con los pies en la tierra y le hace ser más realista y consecuente a la hora de tomar decisiones en el ámbito de sus competencias. En general se ha limitado a cumplir con su papel lo mejor posible sin meterse en cuestiones políticas ajenas al devenir del día a día de la ciudad, sobre todo a raíz del momento en el que dejó de presidir el PP en la provincia de Guadalajara. Pese a todo ha crecido su figura a nivel nacional dentro del partido y se ha consolidado como uno de los grandes valores del PP en Castilla-La Mancha. Los hay que opinan que en caso de que ni Cospedal ni Tirado sean candidatos a la Presidencia de la Junta en 2019, Román sería el cabeza de cartel de los “populares” castellano-manchegos. No es fácil que llegue a eso, pero sí podría tener un alto cargo nacional si su partido volviera a gobernar en la próxima legislatura y si previamente consigue mantener la alcaldía.
Mientras tanto y debido a diversos problemas que se debaten en Guadalajara capital en los últimos tiempos, Antonio Román se ha convertido en el verdadero Pepito Grillo del Gobierno PSOE-Podemos de Castilla-La Mancha, en "la mosca cojonera" de Emiliano García-Page, tal como sostiene un dirigente regional del PP que prefiere ocultar su nombre. En el caso de las familias desalojadas de las viviendas sociales de Gicaman, el alcalde guadalajareño ha intentado dejar en evidencia a la Junta cada vez que ha considerado que no se estaba actuando debidamente. No ha permitido que se salte la normativa municipal ni los informes oficiales de los técnicos del ayuntamiento.
También se ha mantenido en contacto permanente con los afectados, lo cual ha obligado a la Junta a extremar el cuidado en sus actuaciones. El que haya competencias interés en las dos administraciones ha resultado beneficioso para el conjunto de las familias desalojadas
Otro tema que tiene muy enfrentados al ayuntamiento y la Junta es el del aparcamiento del Hospital Universitario. Y la última polémica ha surgido en torno al campus universitario de Alcalá. El malestar es tan grande en el Gobierno que hasta el propio Page ha tenido que advertir a Antonio Román que desbloquee la “incomprensible” situación para el emplazamiento del campus de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) en la capital guadalajareña, antes de iniciar directamente las negociaciones con el Ministerio de Defensa como propietaria de los terrenos o tomar la decisión de cambiar la ubicación del campus.
Así están las cosas en Guadalajara y así están las relaciones del ayuntamiento con el Gobierno autónomo. Entre los guadalajareños existen dudas sobre si el enfrentamiento entre las dos administraciones beneficia o perjudica a la ciudad.