Una opción de Cospedal que beneficia a Page en relación con Ciudadanos
Ayer coincidían dos medios nacionales en que la secretaria general del PP y presidenta de este partido en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, está prestando su apoyo a Cristina Cifuentes junto a otros cargos de la organización y que este respaldo absoluto es lo que hace que la presidenta madrileña se niegue por el momento a dar un paso atrás y que haya dejado en manos de Rajo la decisión última. La situación en el PP es complicada porque hay una división clara entre los que siguen apoyando a Cifuentes y los que desean que dimita. Los argumentos de Cospedal, igual que en el PP de Madrid, es que sería un gran "error estratégico" dejar caer a Cifuentes por las presiones de Cs y que dar el brazo a torcer, después de lo de Murcia, provocaría un "desánimo brutal" entre los militantes.
El pensamiento mayoritario en la dirección madrileña es que sería incomprensible que otros partidos, como Podemos, aguantara a Íñigo Errejón por su beca black o a Ramón Espinar por la compra-venta de su VPO y se prescindiera de Cifuentes por un asunto menor comparado con Gürtel, Púnica o Lezo. "Los nuestros no lo entenderían", dicen. En el PP de Madrid estiman que la estrategia de Cs es una pose y que no se atreverán a apoyar una moción de censura junto a Podemos "porque sería un suicidio político" y "les perjudicaría" de cara a 2019.
Este posicionamiento de Cospedal es el propio de una secretaria general que siempre ha dado la cara por el partido y por sus cargos y militantes, pero que le perjudica en Castilla-La Mancha de cara a las elecciones autonómicas de 2019 si, tal como apuntan las encuestas, Ciudadanos va a tener la llave del gobierno. En general, Cospedal ha antepuesto el interés del partido o el de los ciudadanos a los intereses electorales. Lo hizo al echar a Luis Bárcenas de la gerencia del PP, pese al coste político que eso ha supuesto posteriormente, y lo hizo también mientras gobernó en Castilla-La Mancha la pasada legislatura al aplicar políticas muy antipopulares para hacer frente al estado de crisis en que cogió la región. Ambas cosas le pasaron factura, pero sobre todo esta última ya que fue el factor que le restó el número de votos necesarios para conseguir la mayoría absoluta.
Ahora Cospedal intenta mantener firme al PP frente a Ciudadanos, pese a ser el partido que les permite gobernar a nivel nacional. Y hasta tal punto se opone a que Albert Rivera se cobre otra pieza del PP que a la secretaria general, y a los que piensan como ella, no les importa pasar a la oposición en Madrid el resto de la legislatura. Piensan que eso obligaría a retratarse a Cs y les daría la posibilidad de recuperar a su electorado dentro de un año. El apoyo a Cifuentes frente Ciudadanos evitaría la imagen de un partido que deja caer a uno de sus pesos pesados por una irregularidad académica que todavía no está totalmente demostrada.
Esta forma de Cospedal de hacer frente a Ciudadanos, que muchos aplauden en el partido, perjudica los intereses del PP en Castilla-La Mancha ya que dificultará la negociación poselectoral del 19 en caso de que ambos partidos tengan que pactar la formación de Gobierno. Ya en 2015 Ciudadanos demostró que sus relaciones con el PP de Castilla-La Mancha no son excesivamente cordiales puesto que fue el único caso de España en que los de Albert Rivera dieron el gobierno de una diputación al PSOE habiendo ganado las elecciones el PP. El PSOE, además, insiste en que Rivera vetó a Cospedal como presidenta del Congreso de los diputados, lo cual, de ser cierto, sería una prueba más de que la relación entre el líder de Cs y la secretaria general del PP es cualquier cosa menos buena. Pero eso, no cabe duda, no va a impedir que Cospedal mantenga su apoyo a Cifuentes. Incluso en el caso –bastante improbable- de que esté pensando en ser de nuevo candidata a la Presidencia de Castilla-La Mancha.