El triunfo judicial de Bono sobre el "nazi" independentista Quim Torra
El expresidente de Castilla-La Mancha José Bono ha superado ya varios retos judiciales a lo largo de su carrera política. Los más sonados nunca pasaron del juzgado de instrucción y en algún caso, mientras los medios nacionales se hacían amplio eco de su rico patrimonio y se preguntaban cómo lo había conseguido, el fiscal general del Estado mandaba archivar las denuncias que se presentaban contra él en relación con dicha materia. Conde Pumpido siempre lo tuvo muy claro. Algunos se preguntan qué hubiera pasado si a Bono le hubiera investigado la OCU de Manuel Sánchez Corbí, al que ayer destituyó el ministro Grande Marlaska de forma sorpresiva y sorprendente.
El caso es que Bono ha superado en todo momento a los medios que le han investigado y a las personas y entidades que le han denunciado. Eso es a fin de cuentas lo que importa. Ahora ha logrado un nuevo triunfo judicial contra alguien que representa a lo que más odia el político albaceteño: El nacionalismo independentista. Nunca dejará de repetir que quien quiere apartarse de la mesa es porque quiere comer más que los otros, sentenciando así a los separatistas catalanes y vascos que tanto le perturban. Por eso, la decisión del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid que conocimos ayer inadmitiendo la querella presentada contra él por el presidente de la Generalitat, Joaquín Torra, debe haberle sabido a gloria celestial.
Torra se querelló contra Bono por posibles delitos de injurias y de incitación al odio por haber dicho en un programa de televisión: "Las declaraciones de Torra están más cerca de planteamientos nazis que de planteamientos democráticos". La querella planteaba que esas palabras contenían "descalificaciones gravemente ofensivas" contra Torra de forma "gratuita" y sin la "menor justificación", ya que el término "nazi" supone "una de las connotaciones más peyorativas que se le puede atribuir a un político".
En concreto, Bono manifestó: "Usted se cree que a estas alturas del siglo XXI se puede decir, como él (Torra) ha dicho, que para Cataluña es un deterioro cruzarse por la calle a unos niños... y niñas, dijo, hablando en castellano... Este señor, no está bien, y otras expresiones que están más cerca de planteamientos nazis que de planteamientos democráticos".
Según los servicios jurídicos de la Generalitat, estas afirmaciones resultan "gravemente" atentatorias contra el honor del presidente de la Generalitat y no se pueden amparar en la libertad de expresión porque el Tribunal Constitucional ha determinado que este derecho no justifica el uso de expresiones insultantes, injuriosas o vejatorias que excedan del derecho de crítica.
La querella resaltaba que Bono cometió un delito de incitación al odio, ya que aseguró que Torra tenía planteamientos cercanos a los "nazis" por su mera pertenencia a una ideología política, el independentismo.
"Atribuir la condición de tener planteamientos cercanos a los 'nazis' al Muy Honorable Presidente de la Generalitat, de forma totalmente gratuita y sin la menor justificación, como si éste pretendiera el establecimiento de un auténtico sistema totalitario y el exterminio de otros pueblos y opositores, constituye, por su propio sentido gramatical, una afirmación claramente insultante y vejatoria", agregaba el escrito, que finalmente no ha sido admitido a trámite.
Y con razón. Bono había dejado caer la posibilidad de que Torra se comporte en ciertos aspectos como los nazis, sin llegar a calificarle como tal. Pero lo podría haber dicho claramente y tampoco se habría equivocado.