El cura al que acusaron de abusar de una niña en Toledo y lo que no debió pasar después
El escabroso asunto del sacerdote que será juzgado por abusar presuntamente de una niña durante varios años –entre enero de 2011 y junio de 2013- ha vuelto a ser actualidad este miércoles debido a la publicación en Eldiario.es de una información en la que denuncian que el acusado siguió dando clases de Ética y Moral en un centro de Toledo después de ser encausado.
Según recoge como indicios el juzgado de Talavera de la Reina que ordenó que se le juzgue y que adelantó El País, el cura habría llegado a penetrar a la chica en 2014, después de que le organizara un exorcismo. Son hechos descritos durante la fase de investigación judicial, que también apuntan a que aprovechando que era el director espiritual del colegio, instó a la menor a dar clases a solas para que no perdiera horas lectivas. Es de esta forma como conseguiría aprovecharse de ella. Sorprendentemente el sacerdote tenía el apoyo de la madre de la víctima porque mantenía con ella una relación sentimental, según admitió el propio cura en su declaración.
Los hechos se conocieron cuando la menor, que ha sufrido trastornos físicos y psíquicos, entre ellos bulimia, se sometió a terapia y contó que habían abusado de ella.
El pasado 6 de noviembre, el juzgado de instrucción número 4 de la ciudad de la cerámica ordenó la apertura de juicio oral y que se juzgue a Galán como presunto autor de un "delito de abusos sexuales”. Los terribles detalles incluidos en la instrucción los recoge pormenorizados Eldiario.es.
Además de la denuncia penal la víctima escribió sendas cartas al Papa Francisco y al prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe del Vaticano en las que relataba los hechos, por lo que la Santa Sede ordenó al Arzobispado de Toledo abrir una investigación y remitírsela, según Eldiario.es. Un mes antes de que escribiera las cartas, el sacerdote José Luis Galán había sido nombrado profesor adjunto a Cátedra por tres años en el Instituto Teológico San Ildefonso, en el que ya era profesor desde 2009.
No importó que se hubieran presentado la denuncia penal y la canónica para que el sacerdote continuara dando clases hasta enero de 2018 en el centro toledano, en el que se imparte bachillerato en Teología y un máster. Galán fue ese curso escolar profesor de Moral y Teología, Ética y Moral y Doctrina Social de la Iglesia.
Recuerda el diario digital que en ese centro católico hay alumnado masculino y femenino que ha acabado la selectividad y que inicia los estudios teológicos. En estos momentos Galán sigue figurando como profesor en el centro, pero no tiene asignadas horas docentes desde enero de 2018, según el arzobispado de Toledo. El director del instituto teológico, Francisco María Fernández, ha confirmado este punto, subrayando a Eldiario.es que Galán está en "suspensión forzosa hasta que se aclare su situación judicial. Hasta ese momento no podrá asistir a clase ni participar en ninguna actividad del instituto".