Confidencial

Page y Núñez, obligados a entenderse y poner punto final a su constante desencuentro

26 agosto, 2020 00:00

La situación sanitaria, económica y social en España y en Castilla-La Mancha no está para bromas. La evolución de la pandemia sigue sin un adecuado control y todo parece indicar que el arranque de la nueva temporada va a ser complicado en muchos órdenes de la vida colectiva, de manera que se hace imprescindible, además de tener buenos gobiernos, que toda la clase dirigente vaya en la misma dirección. El coronavirus sigue haciendo estragos en España, con los peores datos de Europa en estos momentos, y sería descabellado que los políticos no salieran de sus posiciones dogmáticas y no supieran entender lo que de verdad sigue pasando.

En este contexto, consideramos totalmente necesario que el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, y el líder de la oposición, el popular Paco Núñez, abandonen sus actuales y persistentes desencuentros y abran una nueva dinámica política de entendimiento y colaboración. Después de un larguísimo verano de polémicas entre el PSOE y el PP, con un constante cruce de acusaciones en torno a la gestión regional de la pandemia, es hora de dejar atrás los sectarismos y empezar este nuevo tiempo con diálogo y acuerdos de amplio alcance. Es verdad que, por iniciativa del presidente Page, ya existe una comisión de reconstrucción regional que es el foro adecuado para este trabajo conjunto, y también es verdad que, por culpa de estos desencuentros, el PP no forma parte de este importante órgano en el que sí están el PSOE y Ciudadanos, pero ahora no toca alardear de protagonismos ni sacar a relucir reproches, sino remar en la misma dirección.

En este sentido, Page y Núñez deben encontrar la fórmula y los cauces para recuperar el diálogo perdido y poner punto final a su constante falta de entendimiento. Y deben hacerlo, además, de forma abierta y generosa y dando su protagonismo, por supuesto, a la tercera fuerza parlamentaria de la región, el grupo de Ciudadanos que, bajo el liderazgo de Carmen Picazo, viene apostando desde el inicio de la legislatura para esta colaboración de todos. Los tres principales partidos de Castilla-La Mancha, impulsados por ese diálogo de Page y Núñez que hasta ahora ha sido imposible conseguir, tienen ante sí un otoño caliente con grandes retos por delante y en esa dirección hay que trabajar: reducir al máximo posible la incidencia de la pandemia en la región, garantizar la mejor atención sanitaria para la curación de los enfermos y la máxima prevención de los ciudadanos, garantizar un curso escolar seguro y de calidad y luchar con todos los medios a su alcance para que el coronavirus no perjudique el empleo y la situación económica de los castellano-manchegos.

Son retos importantísimos, entre otros muchos que podríamos citar, y para los que la unidad es mucho mejor que la permanente batalla política. La situación es muy complicada y los castellano-manchegos no se merecen unos políticos encapsulados que no sean capaces de hablar y entenderse en los principales asuntos que nos afectan a todos. Es su responsabilidad y su obligación.