El miércoles se conoció que la Sala Penal de la Audiencia Nacional ha desestimado todos los recursos de apelación contra el auto de pase a procedimiento abreviado de la Operación Kitchen y ha confirmado los indicios para juzgar a la excúpula del Ministerio del Interior, entre ellos el exministro Jorge Fernández Díaz, por el operativo policial puesto en marcha con el objetivo de sustraer al tesorero del PP Luis Bárcenas material relacionado con la investigación del caso Gürtel, según la información de María Peral en EL ESPAÑOL.
En cambio, la Sala ha confirmado que no hay suficientes indicios contra la exsecretaria general del PP y expresidenta de Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal, y su marido, Ignacio López del Hierro. En relación con la petición de revocar el archivo de la causa para Cospedal y su marido solicitada por el fiscal, el auto examina todas las conversaciones, anotaciones y mensajes que según el fiscal probarían su implicación en los hechos y concluye no son suficientes indicios de su participación en los hechos investigados, toda vez que quedan debilitados por los testimonios de los investigados Villarejo Sergio Ríos y Andrés Manuel Gómez Gordo.
Nadie que se sepa ha comentado públicamente este hecho en Castilla-La Mancha, pese a que en el momento en que fue imputada fueron muchas las voces que criticaron duramente a la exdirigente "popular" mientras pedían explicaciones a la actual cúpula del PP castellano-manchego sobre el asunto. Por la imputación de la propia Cospedal y porque entre los demás imputados en el caso hay uno que fue su jefe de seguridad cuando ella presidía el gobierno de la región. En ese sentido insistieron en pedir al presidente del PP-CLM, Paco Núñez, que aclarara si Cospedal es o no presidenta de honor del partido en la región. Le achacaban también a Núñez ser el heredero en el PP del legado de la imputada.
Aquellas voces han enmudecido ahora. Se supone que solo respecto a este caso judicial ya que Cospedal es una figura recurrente para la izquierda a la hora de atacar a sus rivales de la derecha por su gestión durante la legislatura en la que fue presidenta de Castilla-La Mancha, sobre todo por los recortes presupuestarios que se vio obligada a realizar -que afectaron a servicios públicos básicos como la sanidad y la educación- debido a los efectos de la crisis económica de 2008.
Ni siquiera en el partido de Cospedal han hecho mención desde el miércoles a la desimputación de ella y de su marido ordenada por la Audiencia Nacional. En el PP no se mojan desde hace tiempo a favor de la que fue presidenta de este partido en Castilla-La Mancha durante varios años y la primera y única mujer que ha ocupado la presidencia de la Comunidad autónoma.