La doblemente feliz reaparición pública de un consejero de García-Page tras su baja médica
Recuperado ya de sus problemas con la vista y tras varias intervenciones oculares, el consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, uno de los de mayor peso específico en el Gobierno de Emiliano García-Page, se reincorporó este miércoles a sus tareas políticas e institucionales y protagonizó su primera aparición pública ante los medios de comunicación. Martínez Arroyo ha estado de baja varias semanas desde que el pasado 7 de octubre sufriera un contratiempo ocular que le obligó a dejar temporalmente su actividad y del que recayó en noviembre, obligándole a prolongar la baja.
Su reaparición en público este miércoles resultó doblemente feliz. La primera buena noticia es la reincorporación en sí misma del consejero a su trabajo, después de haber superado sus problemas médicos, un hecho que, después de casi dos meses, es motivo de celebración y ha supuesto una gran alegría en el Consejo de Gobierno de la Junta. Martínez Arroyo es un consejero de gran responsabilidad en el Ejecutivo de García-Page y su vuelta ha sido una gran noticia. El vicepresidente de la Junta, José Luis Martínez Guijarro, que asumió temporalmente en octubre las competencias de Agricultura por la baja de Arroyo, vuelve también a las responsabilidades habituales en el organigrama del Gobierno castellano-manchego.
El segundo motivo de alegría para el consejero es que su regreso se produce justo al día siguiente de que el Consejo Nacional del Agua aprobara el martes el Plan Hidrológico del Tajo y el mantenimiento de los caudales ecológicos, tal como pedía el Gobierno de Castilla-La Mancha al Ministerio de Transición Ecológica, que dirige la ministra Teresa Ribera. "Hoy es un día más feliz que ayer", ha dicho al respecto Martínez Arroyo en su reincorporación al trabajo.
Como hemos venido informando, la decisión del Consejo del Agua ha sido valorada como "histórica" por el presidente García-Page y también como el comienzo de una nueva etapa en la que comienza a "salvarse" el Tajo de verdad. Para el consejero Martínez Arroyo, "las aguas vuelven a su cauce" después de un largo proceso de trabajo colectivo de la sociedad castellano-manchega, desde los ecologistas a los usuarios, pasando por los partidos políticos, las organizaciones y las instituciones públicas. "Es un éxito sin precedentes", ha dicho el consejero, valorando que se trata de un paso "muy importante para Castilla-La Mancha".
Una vuelta al trabajo feliz y afortunada, por tanto, para un consejero que dirige un departamento muy complejo en la Junta de Comunidades y ahora tendrá que gestionar este nuevo tiempo que se abre en torno al Tajo.