La amenaza del pedrisco no cesa sobre el PSOE. Está fuerte y tormentoso. Este martes se viene Pedro Sánchez a Castilla-La Mancha con la exconsejera Magdalena Valerio y mientras tanto nos entretenemos leyendo en el OK Diario que los sanchistas, si ganan las primarias, quieren echar a los seis barones críticos que se han puesto enfrente de este fenómeno atmosférico que asola al PSOE, entre ellos el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. En concreto dice ese digital que Pedro Sánchez "forzará la salida" del Top 6 antisachista, con cita directa y exclusiva para el líder castellano-manchego: "Page dijo que se iría si ganaba Pedro", o sea que se lo quieren poner blanco y en botella al presidente de Castilla-La Mancha, tan susanista como la propia Susana Díaz. O más.

En ese juego de tronos ya se ve que también ha entrado Pablo Iglesias para echarle un cable a Sánchez y acogotar a Page con los presupuestos vía José García Molina, el mejor escudero territorial que tiene el todopoderoso líder de Podemos, perfecto ejecutor de las órdenes que llegan desde Madrid. Cada día Pablo se lo pone a Page más difícil y ahora, tras el burdo y poco elegante golpe de mano lanzado a las primarias socialistas bajo el disfraz de una moción de censura a Mariano Rajoy, ya está claro que Podemos es el enemigo más evidente y radical que tiene el PSOE y que pactar los presupuestos de Castilla-La Mancha por esa vía es una maniobra de difícil digestión en un Partido Socialista tan amenazado. ¿Pablo asalta las primarias de Ferraz y Page pacta con él en Castilla-La Mancha? Indigesto.

El circo de Pablito puede tener su derivada castellano-manchega, aunque ya iremos viendo. De momento ayer estaban todos tan felices en el Valle de Toledo y especialmente la alcaldesa, Milagros Tolón, que vive días pletóricos de toledanismo y rosas y con muchas buenas nuevas a la vez. La última que ha recibido, excelente para ella, mala para Jaime Ramos, es que por primera vez en la democracia Toledo supera en habitantes empadronados a Talavera, una malísima noticia para los talaveranos que estos días andan muy ofuscados y molestos con el sorpasso toledano y lo que te rondaré morena. Talavera, segundo ciudad de Castilla-La Mancha en los últimos cuarenta años, puede pasar en breve a ser la cuarta, ya que Guadalajara también está al acecho y puede superarla muy prontito. El alcalde guadalajareño, Antonio Román, no tiene la culpa o tal vez sí porque muchos piensan de él que es el mejor alcalde de Castilla-La Mancha y algo tendrá que ver en todo esto. La batalla municipal se libra en suelo castellano-manchego.

Y una felicitación final a mi admirada consejera Patricia Franco por un dato esperanzador: Castilla-La Mancha ha salido ya del penoso ranking de las regiones con más paro de la Unión Europea. Bien está. Poco a poco y en buena dirección.  Y con esta, las diez negritas de hoy me han salido once, o sea.