Cospedal en Toledo y candidata, Tirado, Page y el Rey y lo del gran Andrés Iniesta
María Dolores de Cospedal estuvo el lunes en Toledo y se reunió con su equipo en calidad de presidenta del PP de Castilla-La Mancha. No compareció ante los medios pero, según me cuentan, se mostró muy firme en defender la posición del Gobierno de Mariano Rajoy sobre Cataluña y en aplaudir la actuación de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Había mucho interés en escucharla después de los sucesos del domingo en Cataluña y contó cosas importantes. El papel de Cospedal en esta gravísima crisis catalana está siendo intencionadamente muy discreto, como corresponde, creo yo, en un momento así a la ministra de Defensa, pero el lunes tranquilizó a los populares castellano-manchegos y les aseguró que Rajoy hará todo lo que tenga que hacer dentro de la ley para defender el orden constitucional y poner a los separatistas en su sitio. Eso esperan todos, eso espero yo: mejor hoy que mañana.
No sé si Cospedal conocía ya el contenido del mensaje real de anoche, pero creo que el Rey Felipe VI estuvo especialmente claro en las palabras y brillante en las ideas y todo lo que dijo me parece una nítida y contundente hoja de ruta destinada a que el Gobierno y la Justicia hagan todo lo que tengan que hacer de inmediato para defender la democracia y la unidad de España y también para impedir que los que toman la calle y hacen más ruido amedrenten a todos los demás, probablemente mucho más numerosos, y les intimiden, coaccionen y limiten su libertad. Los facinerosos no pueden ganar esta batalla y creo que Cospedal vino a dejar esto muy claro el lunes en Toledo ante la evidente inquietud que este asunto ha provocado en los chicos de Vicente Tirado, indignadísimos, por cierto, según he constatado, con la cada vez más extraña e insostenible presencia del podemita José García Molina en el Gobierno socialista de Emiliano García-Page.
No me extenderé más sobre esto porque ya lo tiene claro todo el mundo y hasta en muchos entornos socialistas, por aquí y por allí, no hacen más que preguntarse por el momento en el que este dislate parará, de tan incómodos que se sienten con García Molina después de todo lo que está pasando. El PP regional no piensa abandonar esta batalla y espera que el tiempo ponga pronto las cosas en su sitio, aunque yo soy algo más escéptica. Tal vez le ayude un poco a Page la desaforada reacción en cadena de Podemos, y particularmente la de Pablo Iglesias, de ayer noche contra el Rey. Por cierto, la crisis catalana lo está poniendo todo patas arriba y cada día es imprevisible de tantas cosas que tienen que pasar, pero nadie descarta ahora mismo en el PP castellano-manchego que Cospedal vuelva a ser la candidata a la Presidencia de la Junta en mayo de 2019, una opción que entusiasma a los populares tanto como inquieta a los socialistas y que está hoy sobre la mesa más que nunca. Ahí queda eso.
En fin, dentro de la tristeza general por Cataluña me ha alegrado esta mañana leer en este mismo digital las palabras de nuestro querido albaceteño Andrés Iniesta sintiéndose español y catalán y defiendo sus orígenes castellano-manchegos. "Yo soy manchego, me siento catalán y soy español", ha dicho un Iniesta que debe estar tan descolocado e incómodo como toda España con un asunto que tanto nos duele a todos. Hay que ver hasta dónde nos han llevado estos locos de Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y demás. Qué pereza y qué melancolía.