El gran trabajo de Cáritas en la Comunidad como expresión de la auténtica solidaridad humana
Cáritas de Castilla-La Mancha presentó ayer en rueda de prensa los resultados de la Memoria Económica del Ejercicio de 2016 en Toledo y en la región, en la que se evidencia el magnífico trabajo que la organización de la iglesia católica viene realizando para socorrer y ayudar a los más necesitados. Una de las conclusiones del acto informativo que más ha llamado la atención, en palabras del presidente de Cáritas Castilla-La Mancha, Fernando Muñoz, es "la cronificación" de las necesidades de las personas más empobrecidas, las cuales "no han notado la recuperación" económica que supuestamente vive nuestro país. Por su parte, el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, manifestó que "cada comunidad cristiana que no contara con Cáritas, le faltaría algo".
Frente a las ensoñaciones demagógicas de los que quieren excluir cualquier tipo de ayuda a los necesitados que no sea la propia de las instituciones públicas del Estado, está la realidad del día al día y el trabajo de las organizaciones no gubernamentales que como Cáritas se constituyen en elementos imprescindibles para poder llegar allí donde no lo hacen las entidades oficiales. Son necesarias y hoy por hoy imprescindibles, y además, en el caso de Cáritas, tal como ha expresado el arzobispo primado, "la expresión de unos cristianos agrupados, y, a partir de ahí, vemos la necesidad de coordinarnos como seres humanos". Creyentes o no, este tipo de ONGs representan lo mejor del trabajo en comunidad para prestar ayuda a los más débiles y excluidos de la sociedad. Y ahí los datos son incontestables: En 2016 Cáritas ha atendido en Castilla-La Mancha a 46.219 personas a través de diversos programas en los que han participado más de 6.000 voluntarios. Apenas un 36 por ciento de los más de diecisiete millones que invirtieron en socorrer a los demás provenían de subvenciones públicas. El resto han sido recursos propios de la organización y privados. Eso es el auténtico trabajo solidario y la expresión más auténtica del compromiso de ciertos colectivos sociales con los necesitados.