Guerra interna en el PSOE de Castilla-La Mancha con vistas a los congresos provinciales
En los últimos días está quedando claro que el PSOE de Castilla-La Mancha no es un mar de tranquilidad ni mucho menos. Más bien empieza a parecer justo lo contrario. Celebrado ya en un alto clima de normalidad el congreso regional del partido que reeligió a Emiliano García-Page como secretario general, las rencillas internas comienzan a surgir con vistas a las primarias y congresos provinciales que se irán celebrando en las próximas semanas. García-Page une a su partido en torno a su liderazgo, que es bastante sólido ahora mismo, pero las provincias son un hervidero de tensiones entre los partidarios del secretario regional y presidente de la Junta y el creciente sector del sanchismo que quiere aprovechar los cónclaves provinciales para hacerse un hueco en el control de mando del partido. La sombra de Pedro Sánchez es alargada y parece que se va a dejar notar con fuerza en Castilla-La Mancha.
El primer gran síntoma de división interna ha estallado en la provincia de Albacete a cuenta del cese de la directora provincia de Fomento, Amparo Torres, un cese impulsado por el Gobierno de Page después del apoyo mostrado por la destituida al sanchista Santiago Cabañero como candidato a secretario provincial del partido frente al "oficialista" Pedro Antonio Ruiz Santos, alto cargo del Ejecutivo regional. En la guerrilla interna ha terciado el actual secretario general del PSOE albaceteño, Manuel González Ramos, otro sanchista destacado que ha salido en apoyo de Cabañero y con fuertes acusaciones de "purga interna" entre los socialistas. No es en absoluto descartable que esta batalla interna por el poder se traslade también a otras provincias castellano-manchegas: de momento se han presentado dobles candidaturas, además de en Albacete, en las provincias de Toledo y Guadalajara, aunque sin las tensiones suscitadas en la provincia albaceteña. Los acontecimientos se irán precipitando en las próximas semanas, si bien todo está tranquilo y hay candidaturas únicas en Ciudad Real y Cuenca.
Parece claro, en este sentido, que el escenario se presenta con turbulencias en el PSOE castellano-manchego y que los congresos provinciales, al menos en algunos casos, van a ser un foco de tensión interna evidente. Las primarias serán una oportunidad que el sanchismo en Castilla-La Mancha no quiere desaprovechar. García-Page tendrá que lidiar con eso y asumir la realidad interior de su partido en la región con el objetivo de intentar que su poder y su liderazgo no queden muy tocados. Integración y conciliación parecen buenas ideas para los socialistas castellano-manchegos en estos momentos.