Editorial

La marca "simpática" de Ciudadanos no atemoriza al PP, al menos en apariencia

28 diciembre, 2017 00:00

El alcalde de Guadalajara, Antonio Román, es un fino analista de la realidad política que, como no podía ser menos en una persona de partido como él, barre para su propia casa, aunque siempre con un cierto distanciamiento y mesura y tratando de acertar sin cortapisas sectarias. Ayer dio a entender que no se va a presentar a las elecciones municipales de 2019 argumentando que ya en los anteriores comicios tuvo intenciones de retirarse. Es muy probable que vuelva a suceder lo mismo en esta ocasión, aunque si volviera a ganar le buscarían seguramente en el transcurso de la legislatura una salida política a nivel regional o nacional, aunque él mismo es mucho más partidario de lo segundo que de lo primero. Pero al margen de este detalle sobre su futuro como alcalde, Román dio su didáctica versión de lo ocurrido en las elecciones catalanas y el revés sufrido por el PP.

En ese sentido considera que los buenos resultados del partido de Albert Rivera en Cataluña no son extraplorables a Castilla-La Mancha, o al menos a Guadalajara, y cree que si bien ha sido el PP, con Mariano Rajoy a la cabeza, quien "ha parado" el secesionismo "de manera tranquila y firme, quien se ha beneficiado, porque tiene una marca más simpática", ha sido Ciudadanos. Es una forma resumida de entender lo que ha ocurrido en aquella comunidad, muy en la línea de lo que piensan mayoritariamente en el PP sobre la "injusticia" que ha supuesto el varapalo que le han dado al partido en Cataluña. El PP no aparenta miedo ante el avance que pueda exerimentar Ciudadanos en el resto del país a costa de sus votantes, pero el mero hecho de considerar que se trata de una marca más "simpática" debería hacer reflexionar a los "populares" sobre las consecuencias que puedan derivarse de esa proyección sobre un electorado cada vez más sugestionado por la insustancialidad de las marcas.

En cualquiera de los casos, entendemos como el alcalde guadalajareño que las próximas elecciones serán "tremendamente abiertas", y que para la formación de los próximos gobiernos, como el del ayuntamiento de Guadalajara, harán falta "acuerdos entre distintas formaciones políticas".